El 13 de junio el presidente de Polonia, Andrzej Duda, acusó al Movimiento de Derechos LGBT de promover un punto de vista más dañino que el comunismo y dijo estar de acuerdo con otro político que declaró que el “LGBT no es una persona, sino una ideología”.
Hizo estos comentarios en su actividad proselitista para ser reelegido presidente en Polonia, una nación predominantemente católica que pasó más de cuarenta años sojuzgada por gobiernos comunistas.
Los derechos de los homosexuales están emergiendo como un tema de campaña clave en la elección presidencial, entre el presidente Duda -apoyado por el partido nacionalista gobernante, de orientación conservadora- y el alcalde de Varsovia, Rafal Traskowski, quien pide tolerancia para los homosexuales y las lesbianas.
El actual presidente afirmó que la generación de sus padres no luchó para rechazar el comunismo y tener que aceptar después “una ideología” que él cree que “es todavía más destructiva para el ser humano”.
Al referirse al comunismo que imperó en Polonia, sostuvo que ese régimen se aseguró su supervivencia mediante el adoctrinamiento de la generación más joven y definió al bolchevismo como “la ideologización de los niños”. Según él, “hay también hoy intentos de presionar por una ideología sobre nosotros y nuestros hijos, pero diferente. Es totalmente nuevo, pero es también neo-bolchevismo”.
Unos días ante, Duda había firmado una declaración elaborada con el declarado propósito de ayudar a las familias, lo que incluye “la protección de niños frente a la ideología LGBT”, prohibiendo “la propagación de esa ideología en las instituciones públicas”.
Muchos políticos conservadores en Polonia dicen que ellos no están contra las personas homosexuales y lesbianas como individuos, pero insisten en que “se oponen a las metas de un movimiento de derechos civiles” porque “es importado desde el extranjero y amenaza sexualizar a la población juvenil.
Un miembro del partido gobernante escribió en Twitter que “Polonia sin LGBT es más hermosa”. El candidato presidencial Trzaskowski dijo que frases como esa “divide a los polacos”, y que quien utiliza esa clase de lenguaje “pagará un precio político”.
El presidente Duda, por el contrario, dijo que “están tratando de convencernos que ellos son personas, pero LGBT es una ideología”.
Es llamativo y digno de análisis que se afirme que el Movimiento LGBT y sus “ideologías” circundantes sean peores que la experiencia y la ideología comunistas, altamente destructivas de la personalidad humana y de los valores espirituales y culturales.
