
El aumento de las suspensiones y despidos anticipó el cierre de empresas
El Departamento de Estudios de la AFIP informó que en mayo, segundo mes pleno de vigencia del Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio decretado en marzo por el gobierno nacional, solamente 520.507 empleadores cumplieron con el pago de aportes personales y contribuciones patronales.
Fue la novena baja mensual consecutiva de empresas que no pudieron hacer frente a los pagos a la Anses, que sólo en los últimos 2 meses afectó a más de 18.500 empleadores, equivalente a las dos terceras partes del total de cierre en los últimos 12 meses.
El derrumbe de la actividad económica afectó en el primer bimestre pleno en cuarentena a 285.000 trabajadores registrados, y mucho más a los informales no asalariados, que en su mayor parte no pudo concurrir a sus fuentes de ingresos, al limitarse al extremo el uso del transporte público de pasajeros.
Según los datos procesados del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) la rama más afectada por el ASPO en el bimestre abril-mayo fue la de los servicios, con 15.500 empleadores que no pudieron cumplir con las obligaciones de la Seguridad Social, pese a las facilidades de pago instrumentadas por el Gobierno a través de la Anses y AFIP, porque sus ingresos cayeron en muchos casos a cero o a lo sumo a un quinto de que registraban en el mes previo a la aparición de la pandemia y de las medidas preventivas.
Varios dueños de locales pusieron en venta su fondo de comercio por la imposibilidad de operar y drástica caída del consumo (Maximiliano Luna)

Varios dueños de locales pusieron en venta su fondo de comercio por la imposibilidad de operar
En cantidad, las actividades más perjudicadas por esta crisis fueron el comercio con 5.500 casos; los servicios de hotelería y restaurantes con 3.600 casos; empresas de transporte y de almacenamiento de productos con 1.900 casos; construcción 1.650 casos; servicios profesionales y científicos 1.143 casos; el conjunto de la industria 1.139 casos; y servicios de asociaciones y servicios personales 909 casos.
Mientras que en términos relativos, la cuarentena afectó notablemente a la industria hotelera y gastronomía, a 13% de los establecimientos registrados; servicios artísticos, culturales y deportivos, a 8%; construcción, a 8%; establecimientos abocados a la industrias extractiva en minas y canteras, a 5%; y transporte y almacenamiento, a casi 5%.
Medido en cantidad de empleados asalariados por establecimiento, el informe oficial dio cuenta de que 98% de los cierres o de incumplimiento en los pagos a la Anses en el último trimestre correspondió a la franja con hasta 25 personas, en particular en el tramo de 2 a 10 puestos de trabajo registrados en relación de dependencia.
Naturalmente, el cierre de establecimientos y de otros que potencialmente están en perspectiva de hacerlo determinó severos perjuicios sobre los puestos de trabajo.
Los rubros más afectados, según el informe de AFIP, fueron la construcción, con 59.000 puestos registrados; hotelería y gastronomía, con 44.000; el comercio, con 37.000; actividades administrativas, con 28.000; industria, con 22.200; servicio de transporte y almacenamiento, con 21.500 empleos.
Para evitar el contagio masivo de la población, el gobierno argentino decretó una cuarentena que ya se prolongó más de 100 días, “asesorado” por un supuesto “comité de expertos”, planteando la falsa disyuntiva de “vida o economía”. Pero hasta el día de hoy no ha nombrado a ningún comité expertos en economía, ni para prever las consecuencias que iba a provocar el paro económico compulsivo, ni tampoco para determinar los cursos de acción posibles y necesarios para solucionar el gravísimo problema económico-social producido.
Son más las víctimas que provocó el colapso económico que el irracional confinamiento obligatorio decretado por la Organización Mundial de la Salud y cumplido a rajatabla por el gobierno, olvidándose que para la vida de una Nación la economía también es vida.