España camina hacia la Bolivarización a marchas forzadas. El vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, ha reiterado en varias ruedas de prensa en las que ha participado desde la declaración del Estado de alarma; la utilización del artículo 128 de la Constitución que establece en su primer párrafo que toda la riqueza del país en sus distintas formas y sea cual fuere su titularidad está subordinada al interés general, como clave para hacer frente a la crisis del coronavirus.
Esaú Alarcón, profesor de Derecho de la Universidad Abat Oliba CEU (Barcelona) explica que «el artículo 128 no permite la confiscación; que es lo que ellos pretenden”. Y termina apostillando “lo que supone una interpretación Bolivariana”.
Por otro lado, Podemos (partido que lidera Pablo Iglesias) quiere que 2,8 millones de extranjeros sean habilitados para votar en las municipales. Con esta intención, ha presentado una Proposición no de ley en el Congreso de los Diputados.
En las elecciones municipales de 2015 pudieron votar 5.751 ciudadanos de Colombia residentes en España, pero no así, por ejemplo, más de 560.000 marroquíes también empadronados en este país. Esto es precisamente lo que Podemos se ha marcado revertir.
Subordinar la riqueza de un país a la emergencia sanitaria y conceder el voto a los extranjeros, podría tener un enfoque altruista; pero conociendo los vínculos de Pablo Iglesias con la dictadura Venezolana; mucho nos tememos que sus intenciones van más dirigidas a Bolivarizar España que en un elevado sentido de la bondad.
Más preocupante aún que la deriva Comunista que afecta a España; es un posible fraude electoral que hubiese acontecido en las últimas elecciones, y su gravedad podría venir derivada, de que no sería algo desconocido para la totalidad de los partidos políticos Españoles. Una investigación llevada a cabo por la plataforma “Elecciones Transparentes”, arroja unos resultados muy preocupantes. Según esta organización; llevamos 20 años de fraude electoral.
Pilar Baselga (portavoz de la organización), comenta en su blog no morir idiota; “desde el año 1996, el resultado de las elecciones que se anuncia por televisión el mismo día de las elecciones, y que se da por definitivo unos días después, no es consecuencia de un recuento exacto de los votos sino que es un resultado producido, fabricado y cocinado por un ordenador de INDRA; una empresa dedicada desde hace años a la “gestión de resultados electorales”. Esta empresa ha sido cuestionada en multitud de ocasiones:
-2010 Barcelona, España. Fallas graves durante votación.
-2010 Argentina. Ligada a un caso de soborno.
-2012 Angola. Acusación de complicidad con el gobierno
-2016 Ecuador. Demandada por perjuicios
Y no termina aquí la cosa. La ley electoral, que es Ley orgánica del Régimen Electoral General, o LOREG; dice claramente que 3 días después de las elecciones generales, se reúnan, en las Juntas electorales de las 52 provincias españolas, todas las actas de todas las mesas electorales. Y el escrutinio general (que escrutar significa contar), consiste en abrir todos los sobres de todas las actas de todas las mesas electorales de la provincia, uno tras otro y cantar en voz alta los resultados para que todos los presentes puedan escuchar los resultados. La cuestión es que esto no se hace desde hace años, y nos fiamos por completo de la gestión de Indra.



