En estas últimas horas se confirmó la triste noticia de la actriz Naya Rivera en el Estado de California (Estados Unidos), quien estuvo desaparecida durante cinco días en las aguas del Lago Piru, en el condado de Los Ángeles. Tras una intensa búsqueda se encontró su cuerpo, confirmándose que murió ahogada.
En una conferencia de prensa se dio a conocer que hubiera sido asesinada, ni tampoco que se hubiera suicidado. La hipótesis más firme de las investigaciones es que estaba navegando en un bote con su hijo de 4 años y que ambos se lanzaron a las aguas para nadar. En cierto momento la embarcación comenzó a ir a la deriva, ya que no estaba anclado. La actriz reunió suficientes energías para llevar a su hijo al bote y logró hacerlo subir, pero sin que ella pudiera hacer lo mismo, siendo arrastrada por las corrientes del lago.
Fue el mismo niño quien contó lo ocurrido con desgarradoras palabras, al decir “Mamá no volvió a salir del agua”. Desde un primer momento la policía informó que la principal hipótesis era que la actriz de 33 años se había ahogado, y que no se sospechaba la intervención de terceras personas. Ahora se confirma la información tras encontrar el cuerpo sin vida de Rivera.

Naya Rivera and Josey Hollis con su hijo en el 2019
Todo el drama con su trágico final para la actriz se desarrolló en el breve lapso de apenas tres horas: ambos llegaron a las 13 horas para disfrutar de un día de sol y en cierto momento se lanzaron a nadar juntos. Entre las 16 y las 17 horas se encontró el bote a la deriva con el niño adentro, sin su madre.
Como no hubo testigos oculares, excepto el niño, no se puede saber mucho más. Pero la experiencia permite imaginar la desesperación que la puede haber embargado y el esfuerzo sobrehumano que seguramente realizó la madre del niño para salvarlo, seguramente sin especular si ella se podía salvar o no, y sin dudar en sacrificarse al extremo por su hijo.
En medio de tantos mensajes diabólicos que circulan en el mundo, a través de un discurso que pretende legitimar el asesinato de los hijos por sus propias madres, la actriz Naya Rivera ha regalado al mundo el ejemplo de amor maternal supremo que expresa la esencia de la mujer, llamada a engendrar vida, no a eliminarla arbitrariamente.
“¿Puede una mujer olvidar a su niño de pecho, sin compadecerse del hijo de sus entrañas?”, dice el profeta Isaías (49, 15). Evidentemente, Naya Rivera mostró al mundo que el único y verdadero amor es el que sabe negarse a sí mismo y ofrendarse hasta la muerte, para que sus seres queridos vivan y se salven.
Mientras haya mujeres como ella, el Amor se impondrá siempre sobre la muerte.