Ver para creer. Como es público y notorio, hace ya varias semanas, a partir del asesinato de George Floyd, se desencadenaron en varias ciudades de Estados Unidos disturbios “antirraciales”, que además de protestar contra la violencia policial aprovecharon para atacar y vandalizar estatuas e iglesias directamente relacionadas con la Iglesia Católica, su presencia en el país del norte y su legado histórico en la conformación de la identidad estadounidense, a través de la labor evangelizadora de la España católica.

En un artículo anterior, Ataques vandálicos anticatólicos en Estados Unidos, hemos detallado las agresiones llevadas a cabo a este respecto. Un ataque directo a la Fe católica y a su presencia histórica en Estados Unidos.

Pero si no sorprende este odio religioso en grupos sociales y políticos históricamente enfrentados a la Iglesia, resulta asombroso e indignante que la misma jerarquía católica estadounidense se vea involucrada en esta reacción visceral anticatólica, a través de subsidios y subvenciones directas a varios grupos involucrados en los distintos vandalismos realizados.

Oficialmente, es la Conferencia Episcopal Estadounidense la que le ha hecho llegar cientos de miles de dólares a grupos ligados al movimiento “Black Lives Matter” [BLM], que se han dedicado a atacar a la misma Iglesia Católica que esos jerarcas tienen el deber y el compromiso de pastorear, en el sentido religioso del término: en vez de defender a la grey católica de los ataques, han subsidiado a los que atacaron y atacan a la grey. Lo ha hecho a través de una de las oficinas que conforman la Conferencia Episcopal, llamada Campaña Católica para el Desarrollo Humano.

En la ciudad de Los Ángeles le aportaron 60 mil dólares a una organización aliada del BLM, llamada “Pueblo Organizado para la Renovación del Lado Oeste”. En Detroit, aportaron 55 mil dólares a la organización “Detroit Action Commonwealth”. En Chicago aportó 30 mil dólares a un grupo llamado “Southside Together Organising for Power”, y en Nueva York también ha subsidiado a grupos como “Coalición de la Comunidad y del Clero del Norte del Bronx”, Asociación de Jardines Carroll y Brandworkers International, que organizaron disturbios y saqueos en contra de la policía y de cadenas corporativas.

A todas luces es evidente que hay obispos en Estados Unidos que no han leído los Evangelios, razón por la cual no pudieron aprender nada de las enseñanzas de Jesucristo sobre la acción diabólica que lleva a la división del propio organismo y a sucumbir frente al enemigo, ni tampoco se han enterado de la resistencia de Nuestro Señor frente a las tentaciones del maligno: Cristo resistió las tentaciones, no dialogó ni confraternizó con el enemigo. Pero parece que estos prelados “misericordiados” se creen superiores al Redentor.

En vez de ser verdaderos sucesores de los apóstoles, sólo siguen el ejemplo del Iscariote, quien vendió a Jesucristo por treinta monedas de plata.

Corresponsal de Argentina

Corresponsal de Argentina

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