Ling Meng Yan, la viróloga china que hace pocas semanas denunció la responsabilidad del gobierno chino en el encubrimiento inicial del ahora famoso Covid-19 afirmó que el coronavirus provino de un laboratorio militar de China. La doctora, especialista en virología en la Escuela de Salud Pública de Hong Kong, dijo que “evaluó claramente” que el Covid-19 tuvo su origen en un laboratorio vinculado al Ejército Popular de Liberación. Y dio a conocer que la fuente del brote fue en un laboratorio militar mientras se estudiaba la transmisión del virus de persona a persona.
Durante una nueva entrevista en vivo, afirmó que no la tomaron en serio cuando informó sus hallazgos a su jefe. Dijo que en ese momento, había evaluado claramente no sólo que el virus provenía de un laboratorio militar, sino además que “el mercado húmedo de Wuhan sólo se usó como señuelo”. De este modo, desacredita la versión inicial que el virus haya pasado de animales a humanos.
Según su testimonio, la doctora Li temía que si ella hablaba en China iba a ser secuestrada, así que decidió huir en abril desde Hong Kong a Estados Unidos. Ahora escondida en algún lugar de Estados Unidos, afirma que el gobierno en el país donde nació está tratando de destruir su reputación y acusa al gobierno chino de armar ataques contra ella en las redes sociales con la esperanza de mantenerla callada.
Yan cree que su vida está en peligro. Teme no poder volver a su casa y vive con la dura verdad de que probablemente nunca volverá a ver a sus amigos o familiares allí en China. Aun así, dice que el riesgo vale la pena. Dijo que la razón por la cual viajó a Estados Unidos “es porque entrego el mensaje de la verdad del Covid-19”.
“Sabía que una vez que hablara, podría desaparecer en cualquier momento, al igual que todos los valientes manifestantes en Hong Kong”, dijo. Y agregó que “podría desaparecer en cualquier momento. Incluso mi nombre ya no existiría”.
Por su parte, la Universidad de Hong Kong negó previamente que la viróloga haya llevado a cabo una investigación sobre la transmisión de la enfermedad de persona a persona, y dijo que sus afirmaciones no “concuerdan con los hechos claves”.
Pero además informó la doctora Yan que toda la información que apuntaba a que se trataba de un virus de alta peligrosidad estaba en conocimiento no solo del gobierno chino, sino también de la Organización Mundial de la Salud, mucho antes de que se dieran las alertas internacionales.
Desde que se produjo la pandemia de coronavirus, el gobierno chino se enfrentó a acusaciones de que trató de silenciar a cualquiera que haya intentado dar la alarma.
Los médicos informaron haber sido detenidos después de hablar en las redes sociales sobre lo que estaban presenciando, mientras que los periodistas relataron haber sido acosados y confiscados sus equipos después de tratar de informar sobre el tema.
El virus se propagó desde China y hasta ahora infectó a 18 millones de personas en todo el mundo y mató a 700.000. China niega rotundamente cualquier acusación de comportamiento inapropiado sobre su manejo de la pandemia, pero Estados Unidos continúa criticando al gobierno chino.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sigue llamando a la pandemia el “virus de China” y acusó al país oriental de encubrimiento.
La administración Trump incluso fue más lejos como para sugerir que el patógeno podría ser hecho por el hombre, y dijo tener “evidencia”. China registró 84.385 casos y 4.634 muertes, mientras que Estados Unidos sufrió 4,7 millones de casos y 158.000 muertes.
En síntesis, según los datos de la experta china, en contra de lo que informaron oficialmente el gobierno chino y la Organización Mundial de la Salud, el Covid-19 fue creado en un laboratorio militar, desde el comienzo se sabía de su alta peligrosidad, se sabía también que se transmitía de humano a humano, y que la versión sobre su origen en el mercado de Wuhan fue un montaje.
Estas afirmaciones dan pie a las sospechas y conjeturas que su difusión y expansión no habrá sido casual, sino utilizado para provocar el resultado obtenido: un confinamiento cuasi carcelario de la población mundial y un derrumbe de la economía productiva global.
