Como ya lo hemos visto en varias publicaciones recientes, la Iglesia Católica en Nicaragua está siendo perseguida por personas al parecer partidarios del régimen de Daniel Ortega.
A solo dos días del ataque en la Catedral Metropolitana de Managua, en donde un militante del partido terrorista Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) lanzó una bomba molotov e incendió la imagen de la Sangre de Cristo, se produjo este nuevo atentado. Pero esta vez, durante una celebración eucarística.
Sucedió en la parroquia de Santa Rosa de Lima del municipio de Santa Rosa del Peñón en el occidente de Nicaragua, cuando un hombre desconocido entró violentamente lanzando piedras al sacerdote Gelvin Vega.
La feligresía que miraba atónita lo que estaba pasando, decidieron reaccionar en defensa de la fe católica y de su ministro, capturaron al agresor y entregándolo a las autoridades policiales de la localidad.
El sacerdote detuvo por un momento la celebración eucarística y luego la reanudó diciendo: «Es un intento de sacrilegio nos han roto el vidrio de la urna de Jesús y por tanto oremos queridos hermanos para que el Señor nos dé la gracia que necesitamos», dijo el presbítero a los feligreses. Un gran ejemplo de valentía también de parte del sacerdote que no se dejó atemorizar por los hechos y decidió continuar con la celebración.
La pastoral juvenil de la parroquia publicó un comunicado en que agradecieron la solidaridad y “pidiendo ahora más que nunca la oración por nuestra misión evangelizadora y por la conversión de los hombres”.