Un psiquiatra italiano, el doctor y profesor Alessandro Meluzzi, ha lanzado alarmas sobre lo que denomina un “fenómeno inquietante”, al que también el presidente Trump y varios sitios web están prestando especial atención. Se trata del gravísimo drama de la “desaparición de menores” y de la presencia en el mundo de una “inquietante organización pedófila de incalculables dimensiones”.
Lo ha denunciado en un reciente vídeo hecho público estos últimos días en Italia.
En este país europeo han desaparecido definitivamente 2.000 niños, sólo en el 2017, y en Europa hay 270.000 avisos de menores desaparecidos en el 2019.
No se sabe dónde terminan esos niños. Pero hay evidencias que permiten vislumbrar la conexión entre este fenómeno y la pedofilia, como ser la pedofilia de la “Isla de las vírgenes” del fallecido magnate estadounidense Jeffrey Epstein, donde eran llevadas menores de edad para ser abusadas y violentadas por sectas de los grandes del mundo del espectáculo y de la política, en especial del Partido Demócrata.
¿Cuál es la raíz de esta locura? Indudablemente está la idea de una libertad desenfrenada, de un poder luciferino, de algo que tiene sus raíces incluso en los antiguos cultos de Moloch y que se transfiere al satanismo moderno.
El presidente Trump, y también muchas organizaciones cristianas, han prometido terribles revelaciones, y también la Policía y los Carabineros italianos están descubriendo un mercado terrible de pedo-pornografía en red, en el que se presentan también imágenes de muertos y de sacrificios humanos.
Hay que defender hasta lo imposible a nuestros niños, concluye diciendo el profesor Meluzzi, no sólo porque son el futuro de la humanidad, sino porque el horror de este mundo -que evidentemente tiene también que ver con la “cultura” del género, con la cultura de un libertarismo descontrolado y hedonista- corre el riesgo de ser uno de los grandes cánceres de nuestra sociedad, quizás también peor que el Covid-19”.
Es innegable que es el espíritu satánico en este mundo el que ha lanzado estos ataques infernales sobre quienes son la bendición más excelsa de todas con las que Dios bendice a los seres humanos.
