Estamos viviendo unos días extremadamente calurosos en el área de la Bahía como se llama al área alrededor de San Francisco, aquí en California.
Hoy es un día especial, tengo que elegir un tema para mi próximo artículo, abundan tópicos, pero es difícil elegir uno, ¿qué elijo? Desplazo la pantalla hasta que encuentro algo que retiene mi atención, »el Estado de Veracruz, México, no ha alcanzado los votos necesarios para legalizar el aborto».
Abro el artículo y veo las fotos primero, las jóvenes con sus pañuelos verdes y sus pancartas hechas para escandalizar, son muy jóvenes, siento mucha pena. Sus caras muestran mucho resentimiento, de una sociedad que les falló. Leo el artículo, lo primero, el título »Una vez más las mujeres han perdido su libertad», noto el uso del lenguaje, como se distorsionan las palabras y el sentido, me pregunto ¿cien años de feminismo para llegar a esto? He escuchado todos los argumentos, sigo leyendo, todo el tono del artículo es una retahíla de medias mentiras, un lenguaje ilusorio y superficial, no me sorprende, más grande es el error más necesita ser explicado, la verdad es demasiado cruda y dolorosa.
El artículo explica porque es »necesario» que se legalice el aborto en el distrito Veracruzano, sería la »solución lógica» a la violencia de género que azota al Estado, muchos embarazos resultado de las violaciones, entonces los »genios» a cargo, concluyen que la legalización del aborto es la solución mágica para este problema social. Esta »solución» por la cual la mujer corre todo el riesgo y el violador sale impugne.
El aborto es la violencia de género por antonomasia, es un crimen, la legalización no lo va a convertir en menos crimen. En los abortos la que muere es una beba, una niña, una mujer. Es la mujer decidiendo matar a otra mujer porque tiene derechos, pero al mismo tiempo le niega el derecho a la vida a otra mujer.
En otro orden de cosas, las autoridades están »preocupadas» por la »violencia de género’ al mismo tiempo que empujan el aborto, me rio de esta absurdidad, sino es para llorar, ver la incongruencia de los políticos, porque no nos confundamos, esto no es acerca de nosotras, esto es política y sus intereses. Los poderes del mundo que necesitan controlar la población y los laboratorios que necesitan tissue fetal, y el demonio que necesita sacrificios.
Los antiguos solían entender perfectamente el Orden del universo, el Orden de la naturaleza y acompasaban su comportamiento con ese Orden. El mundo moderno está yendo en contra de ese Orden por eso todo parece tan caótico. Queremos controlar todo con artificios, rechazamos la Biología cuando aceptamos ideologías que afirman que el sexo de una persona es una construcción social y no una realidad biológica, rechazamos el Orden cuando matamos otros seres humanos para estar más ‘liberadas o tener más libertad’ cuando en realidad deberíamos guardar, cuidar y mantener la vida. Cuando un hombre y una mujer que se aman crean un ser humano, cocrean en una forma Divina, no hay un paralelo a eso ni otra cosa que lo supere, pero para eso hay que entender el orden Divino. La sociedad secular nos programa, sentimos resentimiento de ser mujeres, de nuestra naturaleza femenina que nos ata a la maternidad, que es una molestia, que me impide hacer cosas, cuando estas son todas mentiras que consumimos alegremente a través de revistas y lo mediático.
La legalización del aborto no soluciona la vida de las mujeres. La mujer tiene que luchar por mejores opciones y tiene que tomar responsabilidad como el hombre tiene que retomar su responsabilidad como generador de vida. Se necesitan dos para crear un humano. La mujer no tiene más derecho a su cuerpo cuando crea otra vida con cincuenta por ciento de material genético masculino. La mujer no tiene derecho a ese material genético, porque no es suyo, simplemente no puede sacarse ese material y devolvérselo al hombre, si lo saca es aborto.
El elegir lo tiene la mujer antes, cuando decide compartir su cuerpo con un hombre, cuando deja que el hombre entre en sus órganos sexuales y haya intercambio de material procreativo. Negar la realidad biológica es necedad e ignorancia, podemos tener todos los métodos anticonceptivos del mundo, incluso métodos naturales si decides estar en sintonía con Dios y sus leyes.
Eduquemos a las jóvenes a ser mujeres de bien, las mujeres que han tenido abortos sienten lo que hicieron el resto de su vida, no es como en las películas, la realidad supera a la ficción.
No nos dividamos, eduquemos. Como tantas veces escucho decir a activistas LGTB »que es acerca del amor», lo mismo digo, oponerse al crimen del aborto es acerca del AMOR, AMOR a los demás, AMOR a nuestros enemigos, AMOR por nosotros mismos y el primer y más importante AMOR, Ágape, el AMOR de Dios, que es el que nos salva de nosotros mismos y por el cual el mundo todavía está en píe.