Durante los últimos meses la administración del presidente estadounidense Donald Trump ha realizado una serie de denuncias contra el régimen chino en relación a cómo se ha manejado la información sobre el Covid-19, originado en China, fundamentalmente durante los primeros meses de la pandemia. En concreto, las denuncias apuntan a un presunto encubrimiento por parte del Partido Comunista chino (PCC) de información sobre el brote inicial, lo que permitió que el virus se propagara por todo el mundo.
Pero ha trascendido también que la inteligencia estadounidense descubrió que la cúpula del Partido Comunista estuvo durante semanas sin conocer lo que verdaderamente estaba sucediendo e ignorando los posibles efectos devastadores del virus. Los que ocultaron esta información fueron soldados locales de la ciudad de Wuhan y de la provincia de Hubei, donde se originó el brote.

Congreso del Partido Comunista chino
Esta nueva información coincide con los informes de las organizaciones de noticias y con las evaluaciones de los expertos sobre el opaco sistema de gobierno del país: es común que los funcionarios locales oculten información a Beijing por temor a represalias.
La nueva evaluación no contradice las críticas de la administración Trump a China, por el contrario, agrega perspectiva y contexto a las acciones, así como a la inacción, que posibilitaron la actual crisis global.

El presidente de China, Xi Jinping, en Wuhan
El 4 de julio pasado, durante un discurso en la Casa Blanca, el presidente Trump dijo que “el secreto, los engaños y el encubrimiento de China” permitieron la pandemia, y el secretario de Estado Mike Pompeo insistió en que la administración estaba “diciendo la verdad todos los días” sobre “el encubrimiento comunista” del virus.
Todas las revelaciones apuntan a que el presidente Xi Jinping y otros altos funcionarios conocían los peligros del nuevo coronavirus en una primera etapa y aun así se esforzaron por ocultarlos.

Donald J. Trump junto a Mike Pompeo
En este sentido, no se descarta la idea de que los funcionarios del Partido Comunista ocultaron información importante al mundo: mientras se esforzaban por obtener datos de los militares de las provincias del centro de China, los altos funcionarios en Beijing desempeñaron un papel en ocultar el brote al ocultar información a la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Pero esta información debería ser complementada con lo acontecido posteriormente: el derrumbe económico mundial, el fortalecimiento de las finanzas especulativas, las ganancias fabulosas obtenidas por los multimillonarios del mundo y la rapidez con la que el Poder mundial diagramó la nueva reingeniería social y cultural que pretende imponer a todas las naciones del mundo