Los anticonceptivos podrían afectar la salud humana y el medio ambiente

Investigadores del Conicet analizaron muestras de agua de un arroyo y encontraron altas concentraciones de etinilestradiol, un estrógeno presente en las píldoras anticonceptivas, y otras seis hormonas sexuales en la desembocadura de una planta de tratamiento de aguas residuales domiciliarias
Publicado en agosto 24, 2020, 1:15 am

Científicos argentinos del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) encontraron presencia de altas concentraciones de un compuesto humano, denominado etinilestradiolen aguas cercanas a la desembocadura de una planta de tratamiento de aguas residuales domiciliarias en un arroyo ubicado en la localidad de Chascomús, en la provincia de Buenos Aires.

Se trata de un estrógeno esteroídico sintético, derivado del estradiol, para administración oral. Al igual que el estradiol, el etinilestradiol ocasiona un aumento del grosor y la cornificación de la vagina y promueve la proliferación del endometrio. El compuesto es un estrógeno activo administrado por vía oral e indicado en fórmulas que componen la píldora anticonceptiva. El etinilestradiol fue el primer análogo del estrógeno sintetizado en Berlín en 1938, y es uno de los medicamentos más usados en el mundo.

Se trata de una clara demostración de cómo la ingesta de anticonceptivos impacta en la salud de la que los consume y también en el medio ambiente. El estudio fue publicado en la revista Science of The Total Environment, y en él se da cuenta de la presencia de hormonas sexuales humanas naturales y sintéticas en aguas de un sector de la laguna de esa ciudad bonaerense.

La investigación se basó en muestras tomadas en distintos puntos de un arroyo llamado Girado, donde se encuentra la salida del desagüe de los líquidos cloacales del municipio. Ese cuerpo de agua conecta la laguna de Chascomús con el sistema de lagunas encadenadas que desembocan en el Río Salado y luego en el Río de la Plata.

Los expertos midieron la concentración de siete hormonas sexuales naturales excretadas por humanos, estradiol y testosterona, presentes en mayor proporción en mujeres y hombres, respectivamente, y la hormona de origen sintético etinilestradiol, que suele utilizarse en la producción de píldoras anticonceptivas femeninas.

Pero no es un problema exclusivo de esa ciudad provincial, ya que ocurre en todos los países a raíz del crecimiento poblacional. Los seres humanos excretan esas hormonas que van a parar a las cloacas y estas desembocan en distintos cursos de agua.

Los niveles de etinilestradiol hallados en el desagüe son diez veces superiores a los que se encuentran en China y Estados Unidos, que ya son considerados lugares muy impactados por la actividad humana.

Científicos encontraron gran concentración de hormonas humanas en las aguas de un arroyo en Chascomús

Las hormonas halladas se denominan esteroides y son las que actúan entre otras cosas en el control de la reproducción y caracteres sexuales de los individuos. Cuando ingresan, como en este caso, en determinados ecosistemas actúan como perturbadores endócrinos ambientales, es decir impactan en la endocrinología de los organismos modificando el funcionamiento hormonal normal.

Vista del Arroyo Girado

Si bien, en principio, los niveles hallados en Chascomús no representan riesgo para la salud humana, sí podrían ocasionar alteraciones sexuales en los peces de la laguna: “Hay datos de laboratorio según los cuales, con estos niveles se puede ver afectada la reproducción, diferenciación sexual y algunos caracteres sexuales secundarios de especies como el pejerrey o la madrecita de agua. El etinilestradiol altera la motilidad de los espermatozoides y provoca una merma en la capacidad de fecundación, ya que afecta la endocrinología masculina”, explicó uno de los científicos que elaboró el informe citado al comienzo de este artículo.

 

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