Queridos lectores: es muy triste ver como el neomarxismo del siglo XXI no se detiene, después de observar tan de cerca fenómenos como el de Cuba, Venezuela y Nicaragua. El avance del comunismo, bien sea usando medios como en Colombia a través de guerrillas que sostuvieron su “lucha” por más de cincuenta años, o también a través del populismo poniendo como presidentes a Hugo Chávez o como el caso de Manuel Andrés López Obrador.
Para desgracia de la población mexicana este personaje que, además de pertenecer a la masonería, lo cual explicaría no solo su accionar público sino su recorrido político, en el cual no se rindió y ya en la tercera postulación a la presidencia, lo logra. Aunque para ello haya surtido efecto toda suerte de mal llamadas estrategias electoreras.
Como muchos de los políticos de izquierda, Manuel Andrés (ese es su verdadero nombre y no como él mismo lo ha alterado para que la sigla sea AMLO y no MALO) sabe acaparar la atención en los medios de comunicación con sus “conferencias matutinas o mañaneras”, en las que no tiene quién se le oponga. Pero no contento con esto, infunde en cada alocución esa cizaña de odio con un lenguaje que no pretende unir, al contrario, arrinconar a cualquier persona o grupo que piense de forma diferente.
Muchos (demasiados) ingenuos creyendo en ese performance que hábilmente usó y usa en la actualidad, votaron porque es que el señor, de verdad que, si uno no conoce su trayectoria, envuelve; esa es la palabra.
Miles de personas humildes escuchaban sus discursos atacando al neoliberalismo, a los ricos, a los anteriores partidos políticos que ocuparon la presidencia, en fin… pero como dice un refrán: “el que no lo conoce, lo compra”.
Hoy, a dos meses de completar dos años de su desempeño, contemplamos un país que, si no despertamos, en un abrir y cerrar de ojos lo dejará hecho trizas. Porque para manejar la economía de una nación no es suficiente ser licenciado en Ciencias Políticas, como es su caso.
Las características que predominan en él como persona son las de mentiroso, ofensivo y falto de respeto. En cada aparición ante los medios televisivos lanza comentarios sembrados de acusaciones, teorías de conspiración, etc.
Nunca ha tomado una postura concreta en lo que, a como creyente católico comprometido, le incumbiría. Solo disimula en sus declaraciones, porque para nadie son un secreto los rituales que ha realizado con chamanes indígenas, y el descaro cuando durante el grito de independencia lanza el famoso “¡viva la gran fraternidad universal!” -expresión típica de la masonería-.
Es el títere de entidades supranacionalistas como la ONU, o de personas nefastas como George Soros, cuya misión es hacer realidad esta agenda del nuevo orden mundial: aprobación del aborto en toda la República, ideología de género, etc. La invitación es a que, como creyentes, sigamos dando la batalla cultural en redes sociales: Facebook, Twitter, Instagram, Whatsapp, Minds, YouTube.
Nunca se diga: yo no tengo el suficiente conocimiento, porque Dios no nos va a dar una carga superior a nuestras fuerzas. Dios, los Santos Ángeles, el Espíritu Santo y, sobre todo, la Santísima Virgen capacitan a sus hijos. Quien tenga dudas, comience a rezar el Santo Rosario a diario, la adoración al Santísimo, la santa Misa, el agua bendita y el agua exorcizada.
Para finalizar por el día de hoy: ¡a estudiar los mensajes dados por María Santísima en Medjugorje! “La oración y el ayuno pueden detener guerras”.
Les dejo este enlace del señor Juan Bosco Abascal Carranza, de 2018. Excelente introducción de todo lo que estamos pasando. Bendiciones para todos.
