A finales de 1989, Juan Guerra, hermano del entonces vicepresidente del Gobierno español, Alfonso Guerra, fue contratado por el PSOE para trabajar en un despacho oficial de la Delegación del Gobierno en Andalucía, en calidad de asistente de su hermano. La sorpresa viene cuando aparece en el expediente Royuela, encargando al exfiscal Mena, el asesinato de su hermano Antonio. Podríamos pensar que para llegar a asesinar a su propio hermano era poseedor de un gran volumen de encargos. Acertaríamos, porque son más de una decena de encargos los que figuran en su haber en el expediente.

Véase artículo resumen para entender mejor este expediente.





La nota dice textualmente:
Antonio Guerra está decidido a tirar de la manta y desvelar, que dirigentes del PSOE estaban conchabados con Juan Guerra en los negocios que tenía y gestionaba a través de su despacho de Sevilla. Juan Guerra (su hermano), insta su eliminación física como única salida, si bien requiere dos compromisos fundamentales: Que su hermano Alfonso no se entere jamás, y que no haya violencia. Y para ello sugiere algo químico o parecido. Planéalo y comunícame el resultado.
Es decir, que se observa que entre los dos hermanos existían disputas. Antonio amenaza a su hermano con denunciar toda la trama que este tenía montada con otros dirigentes del PSOE, y ante la imposibilidad de convencerlo, decide que la única solución es mandarlo a asesinar. Por lo que se desprende de las notas, Juan Guerra era un buen cliente del Sr. Mena, ya que en su ficha personal se reflejan más de una decena de encargos, sin contar con el de su hermano. Se advierte también un ápice de “piedad”, ya que exige que no se haga de manera violenta.
Otra de las condiciones que pone es que no se entere nunca su hermano Alfonso (el que fuese vicepresidente del Gobierno de España en tiempos de Felipe González). Tras encargar Mena el asesinato, como era habitual, a Ruiz (Sargento de la Guardia Civil que colaboraba con Mena en estos menesteres), el Sargento le responde lo siguiente:
Le comunico que en el día de ayer (13/05/1996) falleció en el hospital Virgen del Rocío (Sevilla) la persona de referencia, tras haberle introducido en el organismo, una dosis concentrada de desestabilizadores cardiopulmonares.
Véase originales puño y letra de Mena.
Véase artículo de prensa, donde se cita la muerte de Antonio Guerra.
Véase nota de prensa asuntos turbios de los Guerra.
En una tercera nota del Sargento Ruiz a Mena, le refiere lo siguiente:
Tras establecer los contactos oportunos con el laboratorio forense y la unidad de policía científica, le comunico que ambos emitirán informes favorables a nuestros intereses, sobre las causas de su fallecimiento.
Así está mencionado todo lo aquí expuesto en el famoso “Expediente Royuela”. No deja de sorprendernos constantemente. Aquí la realidad supera a la ficción, y lo más sorprendente es ver como la justicia calla, los medios de comunicación callan, los interpelados callan y los únicos que hablan son los Royuela. No tenemos más remedio que plantearnos muy seriamente la veracidad de toda esta información con base en el célebre refrán “el que calla otorga”.