El mundo se encuentra en una encrucijada económica, social, política y con mucha desafíos desconocidos por venir. La palabra más sonada por estos tiempos es: “incertidumbre”
Ante estos sucesos en los cuales los ciudadanos de bien se ven perjudicados porque los gobiernos de nuestras naciones decidieron obedecer al “deep state” o “estado profundo” —al servicio del globalismo cabalista — (ver grupo Bilderberg: bildergergmeetings.org ) que sigue planificando el nuevo orden mundial de manera descarada —cada año— cuando se reúnen, y han concluido, entre otros temas, que ahora resulta que hasta “las redes sociales son potencialmente usadas para actos terroristas”.
Lo triste es que se aplica para nosotros, ciudadanos del común, ya sea que hagamos publicaciones inocuas o transmisiones en vivo, las cuales están sometidas a estricta censura. Un ejemplo, aquí en México, es el caso del canal de YouTube: Cisne Radio, conducido por el periodista Jaime Duarte. Al día de hoy se encuentra censurado injustamente por 90 días:
Cada ser humano desde el momento en que nace es libre y, hasta donde se comprende, es libre en su modo de pensar, de expresarse y de vivir. Sin temor a equivocarnos, ese es el llamado libre albedrío, ¿o no? ¡Pero vaya!, los acontecimientos nos están demostrando lo contrario. Situaciones de vieja data en las cuales personajes que, debido a su poder de cualquier índole, simplemente se asocian y deciden el futuro del mundo, queriendo pasar por encima de individuos, familias, países, religiones… en fin, hasta el extremo de querer controlar hasta lo que comemos, como es el caso de Venezuela, Cuba, Nicaragua. Ahora van por México, Chile, Argentina y por todos. En Estados Unidos les ha “quedado grande” porque con Donald Trump tienen la piedra en el zapato. Como ser humano, Trump es provida, profamilia, prodemocracia. Como ciudadano, es empresario exitoso, honesto y emprendedor. (https://www.instagram.com/tv/CHG9szxgB03/?igshid=5txmten07tdj).
Ahora, que perfecto no es, porque ninguno lo somos, pero en verdad era un dique de contención ante estas ideologías macabras impuestas por la masonería mundial, tales como el aborto, la ideología de género, uniones del mismo sexo, perversión de la niñez a través de leyes que imponen la autopercepción de la sexualidad, sin dejar de mencionar que ni siquiera, a futuro, los padres de familia podrían conservar su derecho a educar y formar a sus propios hijos. ¿Cómo puede ser que reglamenten el hecho de que un preadolescente maneje su vida sexual desenfrenadamente y encima de todo de forma “privada”, desligándolo de los padres? En cada situación como esta, vemos reiteradamente y en escalada la pérdida de todo el conjunto de libertades individuales que al día de hoy también apuntan ya, de forma descarada, a las libertades colectivas como ha sido el escenario del virus chino. Es evidente que todos estos movimientos se hicieron poco a poco, aunque ello implicara invertir décadas y décadas, cuál arsénico suministrado a una víctima.
