La cuarentena sin final

Un artículo escrito por el P. Luis Jardín revelando alarmantes datos sobre una próxima cuarentena planeada para el 2021 y denunciando a traidores de la Iglesia y de la Patria.
Publicado en noviembre 19, 2020, 6:31 am

La pandemia, como un fantasma gigante, inflado por muchos medios, aterrorizó a la gente, cuya filosofía parece ser aquella que marcó el genial Alejandro Solyenitzin: “Nunca me voy a morir”.

Murieron los que tenían algún flanco enemigo en su salud, aunque lo ignoraran, pero no más que durante las gripes de otras temporadas, pese a los números nada veraces del Ministerio de Salud.

Por mandato de las autoridades no hubo más muertes por accidentes diversos, ni ahogados en ríos o mares, o a causa de un cáncer, un ACV, ataques de presión, diabetes y demás enfermedades… ¡a tanto alcanza el poder del gobierno!

La depresión, el miedo, la ausencia de seres queridos, hicieron saltar los niveles de azúcar en la sangre, entristecieron hasta la agonía, destrozaron el sentido de solidaridad, discreción, honestidad, convirtiendo a vecinos de años en mezquinos buchones, en una sociedad que prefirió esconderse como ratas a sostener su dignidad de personas con derechos. Ni se acordaron del cacareado respeto a la Constitución.

Se liquidaron miles de comercios familiares fruto de años de trabajo y ahorro, cientos y cientos de medianas empresas, se perdieron cientos de miles de puestos de trabajo, ante el silencio cómplice de los sindicatos.
También se aterrorizaron las verdes, se inmovilizaron las abortistas y toda esa ideología tan publicitada por algunos medios. Ocurre que el dinero no sirve para sobornar a la huesuda, la muerte no es gritar en las calles, pintarrajear y destrozar templos, repetir slogans, o desnudarse en público.

En cambio, desnudó la cobardía de los obispos, su vergonzosa sumisión a la improvisación del gobierno, su vocación de solícitas enfermeras, y el abandono a los fieles moribundos a su suerte.

PACTOS DEMONÍACOS

¿Será la intención de ocultarse bajo palabras seductoras, planes improductivos, discurso de buenos deseos, sueños para el futuro, mientras se destroza la Nación? O peor aún, ¿se llevará a la Nación a una cubanización como la desafortunada Venezuela?

Hace pocos días, el Obispo de Lomas de Zamora, Lugones, reunió a un grupo de sacerdotes de su Diócesis afines al kirchnerismo, lo mismo hizo otro alto jerarca de la Arquidiócesis de La Plata. Los dos dieron el mismo mensaje: “junten dinero, tengan previstas todas las necesidades y guarden silencio absoluto de esto, porque en los primeros meses del 2021, marzo o abril, comenzará una cuarentena estricta, que se prolongará mientras sea necesario”.

PREGUNTAS:

¿Quién informó de esto a los Obispos? ¿El gobierno o algún kirchnerista indisciplinado que se fue de boca? ¿La orden viene del Papa Francisco, tan obediente a la Organización Mundial de la Salud, que además pide obediencia a las Naciones Unidas y no a Nuestro Señor Jesucristo? ¿La orden viene de Soros? ¿Rockefeller, Hillary Clinton y demás príncipes de este mundo?
Pero con esta prevención a sus secuaces, los Obispos colaboran con la marxistización del país, su desaparición como Nación libre y soberana, con la esclavitud irremediable de sus habitantes, el pobre y vapuleado pueblo argentino. Así colaboran los Obispos con la implantación del comunismo, también con el terrorismo inglés disfrazado de mapuche, con la supuesta “bondad” de las “verdes”, de LGTB, gente toda que cogobierna y tiene más peso que la ley. Así también colaboran con los “ocupas” dirigidos por un amigo, funcionario y delegado de Francisco, tolerado y privilegiado por las autoridades, estimulado y guiado por Francisco en las tomas de tierras, al más puro estilo marxista.

Es el mismo Francisco que entregó al Iglesia Católica en China al gobierno comunista de ese país, el mismo que tiene a Parolín y Sánchez Sorondo diciendo que el gobierno comunista Chino cumple perfectamente con la Doctrina Social de la Iglesia. El mismo Francisco que demoró el caso McCarrick hasta que fue insostenible. El mismo de quien aseguran fuentes muy confiables cercanas al Vaticano que recibió con antelación dos informes claros y autorizados acerca de Barros, e igualmente lo nombró Obispo, pero cuando regresó de su visita a Chile dijo que jamás le habían informado. El mismo que permitió el culto a los ídolos, la Pachamama, el falo y otros en el Vaticano, sabiendo que los ídolos son demoníacos.

Viendo esto no se puede tampoco dudar que el cierre del seminario de San Rafael tiene tres autores.

1.- Primero, Francisco.

2.- Segundo, el impresentable gordo Colombo, que está en Mendoza.

3.- Tercero, el errático y mentiroso Taussig.

Rezo para que estas tres personas se salven, porque temo por su destino eterno.

Nos duele nuestra Santa Madre Iglesia, a la que pretenden quitarle el resplandor glorioso de su misión apostólica evangelizadora, misión de guiar hacia nuestro Redentor, muerto y resucitado para nuestra salvación a todos los hombres de buena voluntad.

Nos duele nuestra Patria, que es de la Virgen Santísima, Patria traicionada, herida, desgarrada por lo que debieran defenderla.

Ofrecemos nuestro dolor a Dios y nos reafirmamos en la esperanza que dice
CRISTO VENCE,
CRISTO REINA,
CRISTO IMPERA.

Nuestro rumbo es la indeclinable lucha por la fe y por la Patria, Cruz y bandera que juramos defender y seguir hasta perder la vida.

Lunes 16 de noviembre de 2020, desde el sur argentino, el Padre Luis Moisés Jardín Lahetjuzán

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