En el año 1790, Mayer Amschel Rothschild cofundador de los Illuminatis (podemos decir masones), pronuncio una frase lapidaria: Permítanme emitir y controlar el dinero de una nación y no tendré porque preocuparme de quien dicta las leyes. Hasta ese momento, los Illuminati no emitían el dinero de ninguna nación, solo financiaban guerras y gobiernos. Eran los Estados los encargados de emitir la moneda. No dijo ninguna tontería, solo dijo lo que más tarde iba a ocurrir. Un año más tarde, consiguieron el control de la moneda de Estados Unidos. Excepto en algunos periodos intermedios, desde aquel momento, los Estados unidos, nunca emitieron su propia moneda, esa cuestión estuvo siempre a cargo de las elites globalistas hasta el día de hoy.
En 1791, el senado de los Estados Unidos, otorgo una concesión para emitir la moneda a esta elite por veinte años, esta operación fue llevada a cabo a través de Alexander Hamilton ( uno de los padres fundadores de los Estados Unidos, así como el fundador del sistema financiero de la nación), agente de los Rothchild en el gabinete de George Washington, creándose así su primer banco central el Firs Bank of the United Stated. Hasta ese momento, cada una de las trece colonias de las que se componían los Estados Unidos emitía su propia moneda, pero se unifican a través de este primer banco central, el cual pasan a controlar estas elites de la masonería.
En 1811, se agota la concesión otorgada por veinte años al banco Rothschild en Estados Unidos, y el gobierno no tiene ninguna intención de volver a renovarla. A Nathan Meyer Rothschild no le agrada nada esta negativa a renovar, llegando a declarar lo siguiente: O bien la solicitud de la carta se concede; o los Estados Unidos se verán envueltos en una guerra desastrosa. Ante la persistencia del gobierno en no renovar la concesión con la intención de imprimir su propia moneda, Rothschild pronuncio una segunda amenaza: Enséñele a esos imprudentes una lección; que vuelvan nuevamente al estatus de colonia.
En 1812, respaldado por el dinero de los Rothschild, Inglaterra declara la guerra a los Estados Unidos. El plan era muy sencillo, consistía en endeudar a los Estados Unidos con la guerra, de modo que tuviesen que recurrir a los Illuminati, sucumbiendo así a la renovación de la concesión. Los Rothschild amaban las guerras, porque son grandes generadoras de préstamos.
Avanzamos un poco más en la historia, y ya en el año 1815, nos encontramos con los Rothschild por una lado financian al ejército Ingles a través de Nathan Rothschild y al bando de Napoleón a través de Jacob Rothschild en Francia. La misma familia, estaba financiando a ambos contendientes. Llegados a este punto, relataremos una historia rocambolesca, que nos muestra perfectamente cómo trabajan estas elites.
Los Rothschild tenían un mensajero en la batalla de Waterloo John Roworth. Tras vencer el ejército ingles en dicha batalla, Roworth salió a toda prisa hacia Inglaterra, llegando antes que el mensajero de Wellington. Existían en ese momento, unos bonos en Inglaterra llamados “Cónsules”, que eran negociables en la bolsa inglesa de valores. Los Rothschild dieron orden a todos sus trabajadores bursátiles, de que empezaran a vender, dando la apariencia de que Inglaterra había perdido la batalla (la gente sabía que ellos estaban bien informados), consiguiendo que todo el mundo comenzara a vender a la desesperada. El valor de los Cónsules cayó en picado, con lo que pasaron a comprar de manera rápida. Cuando la noticia de la victoria inglesa sobre Napoleón llego a la bolsa, estos bonos subieron increíblemente de precio en una proporción de 20 a 1. En ese mismo año (1815) Nathan Meyer Rothschild hizo las siguientes declaraciones:
No importa que marioneta se corone sobre el trono de Inglaterra, el hombre que controle el suministro de dinero en Gran Bretaña, controla el Imperio Británico y yo controlo el suministro de la moneda inglesa.
Todo lo dicho anteriormente, no se plantea desde ninguna posición conspirativa, está fundamentado en un libro escrito en 1798 por John Robison (masón iniciado en Lieja que más tarde arrepentido, denuncio toda esta trama masónico-Illuminati), titulado: Las pruebas de una conspiración contra todas las religiones y los gobiernos.