EL COLAPSO DE LA ECONOMÍA MUNDIAL

Publicado en enero 21, 2021, 11:29 am

La crisis del Covid ha puesto en evidencia muchas grietas en los países llamados del primer mundo, como también en conocimiento, para el resto de los mortales, que las supuestas economías fuertes de los principales mercados bursátiles del mundo se encuentran en peligro de colapsar o, como se le llama en inglés, global financial meltdown, un derretimiento de las finanzas globales.
La deuda mundial es al momento de 1.2 cuatrillones. Mervyn King, exdirector del Banco de Inglaterra, que fue protagonista de la recuperación de la última crisis bancaria en los años 2008/10, años en que la banca mundial casi muere, nos advierte que la situación ahora es diferente, lo que no dice es que es peor.
King propone una nueva perspectiva y nos avisa que los viejos modelos no van a servir y que hay que alejarse de la ortodoxia; tampoco la Reserva Federal tiene el respaldo necesario para salvar la situación, y no es que esto sea nuevo, declara, pero la interrupción del orden natural de las cosas por las medidas del Covid ha precipitado la situación.
Todo esto no está desconectado con los problemas políticos. Cita ejemplos como la guerra de intercambio comercial entre China y USA, las manifestaciones en Hong Kong por un HK libre del comunismo chino, los problemas económicos entre países emergentes como Turquía y Argentina, que corren en círculos persiguiendo su propia cola, las crecientes tensiones entre Francia y Alemania acerca de su moneda, el euro, y el cambio de rol de la policía del mundo a una actitud menos comprometida y más centrada en sus propias fronteras de los Estados Unidos (probablemente esto cambiará con Biden), todos problemas políticos que afectan directamente los mercados mundiales.
En el 2013, el Secretario del Tesoro, Larry Summers, reintroduce el concepto del gran estancamiento o estancamiento secular, es decir, periodos largos de muy bajo crecimiento económico que sólo con mantener los intereses bajos ya no es efectivo para compensar el declive.
Este Armagedón financiero era ya conocido antes del Covid y fue expuesto en octubre de 2019 en el Evento 201, que fue un simulacro de una posible pandemia y la práctica de qué hacer en el caso que eventualmente eso pasara, y no tuvimos que esperar mucho. El mundo se pregunta si fueron profetas o provocadores del evento.
Otra amenaza es el tremendo poderío económico de China. El francés Bruno Lemaire declaró cándidamente que a menos que seamos capaces de reinventar Bretton Woods, el Nuevo Camino de la Seda (New Silk Road) se convertirá en el nuevo orden mundial. Su preocupación más grande es que ni los europeos ni americanos van a tener mucha parte en este orden si no cambian su estrategia.
Un caso típico de reacción inmediata es Canadá. Mark Carney, un tecnócrata educado en la escuela de Goldman Sachs y que en 2013 se convierte en el primer director del Banco de Inglaterra que no es inglés, ha sido traído a su país natal para liderar el Banco Central de Canadá y manejar el caos financiero presente. También, al mismo tiempo, se convierte en miembro del Grupo de los 30 de la Fundación Rockefeller, que no casualmente es miembro a su vez de la mesa del Foro Económico Mundial (WEF) y líder de los eventos en Davos y Bilderberg. Carney también se convierte en el gerente del BIS, Mesa de Estabilidad Financiera (Financial Stability Board), posición que estaba a cargo anteriormente de su colega de Sachs, Mario Draghi. Básicamente, lo que hacen es manejar y regular los derivados globales que, en términos simples, son las armas de destrucción masiva que producen los colapsos económicos mundiales.
Toda esta información nos sirve para estar preparados, ya que nos afecta directamente, pues, como dice el dicho, el hilo se corta por lo más fino, en este caso, la ciudadanía.

Corresponsal de Estados Unidos.

Corresponsal de Estados Unidos

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