En el pasado mes de junio, más concretamente el día 26, publicábamos un artículo del hospital de Barbastro (Huesca), donde un grupo de investigadores, tras un análisis epidemiológico de las defunciones por COVID-19, encontró que el fármaco más común a todos los fallecidos era Chiromas (una vacuna que protege frente a la influenza gripe). El informe se expresaba en los siguientes términos:
El primer dato relevante encontrado es el hecho de que los 20 fallecidos en el sector eran todos mayores de 65 años. De ellos, 18 tenían registrada la administración de la vacuna y su lote por parte de Atención Primaria, y de los otros 2 no consta. Los vacunados contra la gripe representarían, por tanto, como mínimo, el 90% del total de fallecidos. Ese dato era superior al esperado según la tasa de vacunación en el sector sanitario de Barbastro, que, según el Boletín Epidemiológico Semanal de Aragón (1), había sido del 63,1% en ese segmento de edad. Según estos resultados, la vacunación antigripal no solo no habría mejorado el pronóstico de los mayores vacunados con respecto al COVID-19, sino que lo habría empeorado.
Dicho informe fue retirado rápidamente de la circulación argumentándose que la muestra era muy pequeña para extraer conclusiones.

Véase informe hospital Barbastro.







La Dra. María José Martínez Albarracín (licenciada en medicina y cirugía por la Universidad de Murcia y catedrática de procesos diagnósticos clínicos) nos cuenta que está demostrada una correlación entre la vacuna de la gripe y, como ella ha dado en llamar, los casos de Covid grave. La doctora alude al estudio llevado a cabo en Barbastro como “muy interesante” y que, si fue retirado de la circulación por ser considerado “pequeño”, argumenta que ahora existe otro a nivel mundial publicado en la revista científica Peer Journal y hecho en la Universidad Juárez, de México, que concuerda con el anteriormente citado del hospital de Barbastro.
La Dra. nos explica que este estudio determina que gente vacunada contra la gripe “…ha sido más sensible al nuevo virus, ha sufrido una enfermedad más grave y más mortalidad”.
La misma Dra. Albarracín ha completado un estudio basado en la relación de la vacuna de la gripe con los casos graves de Covid, fundamentado en 38 referencias científicas (aunque argumenta que existen muchas más que no están recogidas en dicho estudio), publicado en la editorial Cauac Nativa, demostrando la relación entre la vacuna gripal con la epidemia de una gripe Covid como la que se produjo el año pasado en primavera. Dicho estudio se llama:







Véase LA COVID-19 ES UN SÍNDROME DE INMUNODEFICIENCIA MEDIADO POR TÓXICOS Y/O POR VACUNAS.
La Dra. Dice de manera contundente:
En el estudio demostramos como la vacuna de la gripe puede contribuir a que se produzca esta Covid grave, favoreciendo la inflamación, y todo el sistema inmune se deprime.
Quien escribe este artículo carece de los conocimientos necesarios para avalar lo que dice la Sra. Albarracín. Pero teniendo en cuenta la gran reputación de esta mujer, la rotundidad con la que habla, la gravedad de lo que comenta y a la luz de lo que hemos visto en esos casos graves de Covid, todo coincide con los síntomas de muchas de las personas que han muerto a causa de esta enfermedad. También es triste que gente como la doctora y muchísimos médicos más estén censurados en todos los medios de comunicación y perseguidos de alguna manera por no alinearse con el discurso gubernamental. Lamentablemente, esto hace muy sospechosa la actitud del Gobierno y de los medios de comunicación oficiales con respecto a todo este tema.







Véase vídeo entrevista Dra. María José Martínez Albarracín






