En los EE.UU., 254,8 millones vacunas de Covid han sido administradas hasta la fecha, y recordemos que son dos dosis por persona. La vacuna más popular es Pfizer, con 136 millones de dosis, otras 110 millones de Moderna (aunque en algunos estados como California se ha detenido su distribución) y, por último, la más controversial es Johnson & Johnson con 9 millones de dosis.
Aquí viene lo interesante: según el CDC, de las 4057 muertes reportadas hasta el 7 de mayo, 25% ocurrieron dentro de las 48 horas de la vacunación, 16% ocurrieron dentro de las 24 horas y 38% fueron personas que se enfermaron en las horas posteriores a ser vacunadas.
VAERS, que es el organismo americano que controla específicamente el curso de las vacunas y los efectos secundarios, por sus siglas en inglés(Vaccine Adverse Event Reporting System), hace público cada semana el dato relativo a las vacunas. En el caso de la vacuna Covid, el dato muestra lo siguiente: el 54% de los fallecidos son hombres; el promedio de los muertos es de 74 años, y hay solo dos casos entre jóvenes, que son adolescentes de 16 años de edad promedio.
Con respecto a las mujeres, 7987 mujeres embarazadas reportaron malestares después de ser vacunadas, incluyéndose 297 de pérdidas de embarazo o parto prematuro, esto teniendo en cuenta que el mayor organismo de salud de los EE. UU., el CDC, alertó que esto podía pasar y desaconsejó la vacuna para mujeres embarazadas o con bebés, o que querían quedar embarazadas; el CDC aconsejó abstenerse de cualquier posibilidad de quedar embarazada dentro de los dos meses después de la aplicación de la vacuna, pero estos consejos han sido desestimados.
Hay 1950 casos de Bell s Palsy, o sea que la mitad de la cara se cae porque los nervios de un lado pierden control, y tampoco los ojos parpadean; estos sujetos usaron las vacunas Pfizer y J & J. Otros 181 casos de Guillain-Barre Syndrome con vacunas Pfizer, Moderna y J&J, en menor escala. Hay reportes de 55 220 personas con anafilaxia.
En otro recuento, el CDC encontró válido el vínculo entre la vacuna Covid y los coágulos de sangre, con 128 casos y tres fallecidos, todos con la vacuna de J & J. El Dr. Tom Shimabukuro, director de la oficina de inmunizaciones del CDC, identificó 30 casos raros de coágulos, todos ligados a la vacuna de J & J, todos pacientes hospitalizados y tres de ellos fallecidos el 5 y 7 de mayo con trombocitopenia síndrome.
La Dra. Sara Oliver, una burócrata del CDC, todavía recomienda la vacuna porque los beneficios hasta ahora superan los inconvenientes, pero me imagino que será hasta que haya más casos mortales, necesarios para justificar hacer algo o poner una advertencia en la vacuna.
Esta semana, también la FDA extiende su autorización de uso de emergencia a jóvenes entre 12 y 15 años de edad, pero solo para la vacuna Pfizer, ya que esta farmacéutica es la que pidió esta extensión en tiempo y edad de los vacunados. En medio de todo esto, un adolescente, Everest Romney, de 17 años, acaba de ser hospitalizado con coágulos en su cerebro después de recibir la vacuna de Pfizer; empezó con dolor en el cuello, fiebre y fuerte dolor de cabeza, y después de una semana de continuar con los síntomas fue al médico y lo mandó a internar luego de dos ecografías que mostraron dos coágulos dentro del cerebro y uno afuera del mismo.
En tierras sudamericanas, como en Brasil, se ha suspendido la vacuna AstraZeneca para mujeres embarazadas, después de varias muertes. En Dinamarca y Noruega se están investigando 282 572 personas con coágulos, entre 18 y 65 años de edad, que recibieron la vacuna entre el 9 de febrero y el 11 de marzo, todas con la inyección de AstraZeneca. Ontario, en Canadá, también suspende la vacuna AstraZeneca, ligada a cepas de humanos abortados.
Nunca una vacuna ha generado tanta atención. Hasta este evento, todos hemos aceptado las vacunas como parte de nuestra vida, algo que uno hace para no enfermarse. Sabíamos lo que era una vacuna, pero a partir de esta pandemia y la rápida confección de esta vacuna (de un virus que no ha sido aislado), la rápida aprobación de la misma y la implementación global de esta vacunación, nos hace pensar que quizás es mejor detenerse y evaluar cuidadosamente todas las variables, no sea que terminemos siendo el experimento.
Para nosotros, nuestra vida es la cosa más valiosa que tenemos, y para ellos somos un número, una estadística, y hasta que no haya suficientes de nosotros en un cajón no van a considerar “haberse equivocado”. Mientras tanto, uno muere una sola vez.