Muchos ya han visto videos mostrando a personas recientemente vacunadas que se colocan un magneto o algo metálico contra la piel y se queda pegado. Esto ha provocado diferentes reacciones en el público. Con un poco de búsqueda sobre cuál puede ser la causa de esto me encontré con varios artículos que mencionan las nanopartículas de óxido de grafeno que parece ser un elemento que se utiliza hace bastante por sus propiedades adyuvantes. Esto significa que se usa para potenciar las respuestas inmunitarias en las células.
Un estudio publicado por el Instituto de Ciencias Biomédicas de la Universidad de Georgia, en EE.UU., reclama el avance que significa el descubrimiento del grafeno en su uso primeramente en las vacunas antigripales. Este elemento hecho con átomos de carbono en configuración de panal de abeja es tremendamente conductivo como fuerte, y se usa ya hace mucho tiempo en la industria de la tecnología y más recientemente en el área biomédica. En esta área se usa como sistema de transporte a nivel celular y de DNA, constituyendo un agente altamente efectivo de envío dentro de la unidad biológica humana como el doctor Chunhong Dong, autor del estudio, nos señala.
Todavía está por saberse por qué no todas las vacunas de SARS Cov 2 producen ese efecto. Algunos “conspiradores” aseguran que no toda la población está recibiendo una vacuna, sino que algunos reciben solo un placebo constituyendo el grupo de control de este bien llamado experimento, ya que varias etapas se han saltado para poner esta droga en el mercado. Un ejemplo claro de la incertidumbre de esta vacuna en los EE.UU. es que no está aprobada por la FDA y que los laboratorios que la producen están desligados de toda responsabilidad ante cualquier mala reacción. Mencionemos también que dicha vacuna no lo previene a uno de enfermarse del virus, aunque nos aseguran que lo tendremos en forma aminorada, ni tampoco nos previene de contagiar a los demás, y la prueba de ello es que los vacunados tienen que seguir con todas las restricciones de distancia y uso de mascarilla.
En otro orden de cosas, pero relacionado a este elemento llamado grafeno, la Universidad de Virginia, en Charlottesville, está desarrollando una nueva técnica que explica en un artículo llamado neurociencia, en la prestigiosa revista Nature, acerca de cómo activar neuronas rápidamente y en forma reversible. Esta técnica está basada en una proteína llamada TRPV4 que es sensible a temperatura y fuerzas magnéticas. Los bioingenieros usan ingeniería genética para unir proteínas con elementos que transportan ondas electromagnéticas dentro de la corteza cerebral. Esto se inyecta primero en tejido embrionario de riñón en un plato de vidrio, luego se coloca bajo un campo magnético para activar la proteína TRPV4. El resultado de esta manipulación es injertado en el genoma de un virus y finalmente se inyecta este virus de laboratorio en el cerebro de un ratón. El comportamiento del ratón será estudiado bajo diferentes estímulos.
El neurocientífico Steve Ramírez, de la Universidad de Harvard, que es experto en optogenética, con mucho entusiasmo explica cómo se pueden manipular las memorias en el cerebro, y aclara que ha habido varios tentativas en este campo, pero con resultados bien pobres, aunque esta técnica es “un sistema simple y elegante que consiste en un virus que puede ser inyectado en cualquier parte del cerebro y es técnicamente más fácil porque su diseño contiene magnetos que permiten al animal moverse libremente y todavía poder estudiar el desarrollo del cerebro y sus funciones, y cuando entendamos esto podremos saber más del cerebro humano buscando las similitudes en estímulos’.
Mantenernos informados es la única fuente de protección que tenemos los simples ciudadanos. Hagamos siempre las preguntas y recordemos que es nuestro cuerpo el que nos lleva por esta vida y al cual tenemos que cuidar con mucho cariño.