En una entrevista realizada por el doctor alemán Reiner Fuellmich, de Comunicaciones Oval, con el Doctor David Martin, experto en el estudio de patentes farmacéuticas y que trabaja para la empresa de administración financiera de riesgo Worldwide Innovation, se dan a conocer importantes declaraciones. Se adjunta video completo de la entrevista en inglés.
La primera aclaración del doctor Martin es que el COVID-19 no es un virus nuevo y que esta ínfima variación del SARS C0v2, que es un virus de laboratorio, es decir, creado artificialmente, ya fue patentado en el año 1999, registro que se encuentra asentado en la ICTV de la OMS. Y que la primera seudovacuna la elaboró Pfizer en el año 2000 para el área veterinaria. Los químicos Timothy Miller, Albert Paul Reed y Elene Jones presentaron a la Oficina de Patentes de los EE.UU. un pedido para patentar (forma US637222) lo que ellos llamaron vacuna del virus canino Corona, que es un virus entre muchos y que surge de la preocupación por dos animales en particular que contraen este virus: los conejos y los perros.
El doctor Faucci, ya por todos conocido, esponsorea la creación de vacunas en Chapell Hill, Universidad de Carolina del Norte, que son vacunas para el síndrome de inmunodeficiencia adquirida, SIDA. Se estudia a los virus Corona (virus que provocan muchas infecciones como resfríos, dolores de garganta y estados gripales) porque los mismos tienen una distinguible maleabilidad que los hace candidatos perfectos para este tipo de vacunas. Se llega a manipularlo hasta convertirlo en un vector para una vacuna futura contra esta enfermedad.
En 2002 aparece otro pedido de vacuna, esta vez llamada secuencia genética y replicación Corona (#US727927). Esta patente incluye no solo la forma de diferenciar el virus, sino de detectarlo. Tras varios escándalos de brote de virus similares en el mundo, como ANTRAX (2001), MERs en China (2003), Ébola en África y SARS en EE. UU., una investigación determinó que eran virus ya conocidos y patentados, aunque con mínimas variantes.
En los años 2006, 2007 y 2008 aparecen nuevas solicitudes de patentes para nuevas variantes Corona con 99% de similitud con el virus de laboratorio SARS Cov 2. El CDC se defiende diciendo que el virus actual no tiene nada que ver con el de esos años, pero lo curioso, menciona el doctor Martin, es que el CDC aplicó para otra patente del virus Corona, mientras que la farmacéutica canadiense Sequoia, que pertenece al grupo Pfizer, tres días después aplicó para una patente de vacuna para el citado virus. Difícil imaginar que esto haya pasado cuando el mismo CDC pagó una cantidad extra para preservar la privacidad de ese pedido de patente. Este es un caso RICO, por las siglas en inglés racketeer influence and corruption act, que es un tecnicismo legal en el país del Norte.
En el 2008, después de un brote de MERS en el Medio Oriente, la DARPA (Defense Advanced Reasearch Projects Agency) se interesa en este virus corona SARS Cov 2 por su posible potencial en guerras biológicas. Entre 2007 y 2008 aparecieron 73 solicitudes de patentes, y algunos de los solicitantes fueron SANOFI, Crusader, GENO University in Hong Kong, Universidad de RCC, por mencionar algunas.
La OMS, en su plan para la “salud del mundo”, menciona que “…necesitamos hacer que la gente se percate y tenga un entendimiento mayor de las necesidades de las vacunas, y cuando alcancemos esa aceptación a nivel global, los inversores van a ver la ganancia en este esfuerzo”. A lo cual, aclara el doctor Martin: “esto no es un virus que se escapó de un laboratorio, esto es una instrumentación intencional de lograr que la gente acepte ser inyectada con X sustancia cuando un poder gubernamental así lo considere necesario”.
En el 2004, el laboratorio Merck detalló un plan de acción al que llamaron la nueva normalidad (the new normal), y algunos de los miembros de la mesa directiva fueron nada menos que el mismo doctor Faucci y Bill Gates. En una entrevista al doctor Faucci en 2017 se lamentó de que no pudiera hacer entender a la gente la importancia de la vacunación masiva de la población, probablemente pensando en todos los millones de dólares que NO ganaría.
(continúa)
