Hola, estimado lector:
Antes que nada, quiero invitarte a que realices un sencillo experimento. Mira el vídeo sobre las 8 predicciones del Foro Económico Mundial o Foro de Davos en el siguiente enlace:
Como has podido ver, la primera predicción es la siguiente:
No tendrás nada y serás feliz.
Ahora, dale la vuelta a la oración:
Serás feliz y no tendrás nada.
Te propongo que reflexiones por qué los “filántropos” del Foro de Davos optaron por la primera opción y no por la segunda. ¿Qué intención crees que esconde esta predicción? Puesto que todos los seres humanos aspiran a la felicidad, sería más lógico que serás feliz ocupara la primera posición de la oración o, incluso, dejar únicamente serás feliz. Antes de seguir leyendo piensa tu respuesta. Cuando la tengas, compárala con la mía. Si te parece bien, puedes dejar tu comentario argumentando tu opinión y si estás de acuerdo o no con lo que expongo a continuación.
En mi modesta opinión, el Foro de Davos quiere transmitir que ser feliz será la consecuencia de no tener nada. Parece que a los miembros de este foro les preocupa mucho nuestra felicidad. Y como todo ser humano aspira a ella, suponemos que ellos mismos deberían desprenderse de sus bienes para alcanzarla…Y si estos señores ya son felices, no parece ser que se hayan desprendido de nada para serlo…
Lo primero que hacen los gobiernos colectivistas cuando llegan al poder es atacar la propiedad privada porque, por un lado, saben que limitándola debilitan la libertad de las personas convirtiéndolas en esclavas y, por otro, porque es más difícil que se rebelen. Lo primero que hizo Fidel Castro al llegar al poder fue asfixiar la propiedad privada.
Lamentablemente, todavía perduran diferentes tipos de esclavitud que deben ser combatidos, pero, hoy en día, la libertad y los derechos fundamentales en los que ella se sostiene se están viendo cada vez más acorralados por los gobiernos lacayos del globalismo. Hay gobiernos donde se produce una violación flagrante de estos derechos como en Cuba o Corea del Norte. Sin embargo, el modus operandi que están utilizando en los países occidentales es diferente.
Antiguamente, los ataques a la propiedad privada se hacían con la fuerza. Los ciudadanos oponían resistencia física, se producían conflictos y había muertes. Hoy en día la verdadera guerra se libra en el plano psicológico, en el campo de la cultura y la filosofía, donde el proceso de corrupción moral es más lento, pero más sutil y efectivo. Sin embargo, en el plano económico también se está librando una batalla. El proceso de estrangulamiento progresivo de la propiedad individual se envuelve en un halo de falsa candidez detrás de la cual se esconde el nido de la serpiente.
Como hemos dicho al principio, lo primero que hacen los gobiernos colectivistas es atacar la propiedad privada. Actualmente lo están haciendo de varias formas como las subidas masivas de impuestos, la imposición de la igualdad económica, subvenciones masivas, deuda, control del dinero en efectivo, etc.
Pienso que una de las razones por la que hemos llegado a esta situación es porque hemos perdido la idea del concepto de propiedad privada. La explicación de este concepto la podemos encontrar en el filósofo John Locke, cuyas ideas impregnaron la declaración de independencia de los Estados Unidos.
Según Locke, el trabajo generado por el ser humano con su esfuerzo es un valor añadido a lo que Dios le ofrece mediante la Naturaleza. Este valor añadido procedente de su trabajo y esfuerzo, por tanto, le pertenecen. En otras palabras, se convierte en propietario.
Si una persona transforma un palo de madera en una azada, ésta le pertenecerá porque ha invertido su esfuerzo en tallarla y darle forma. De la misma manera, si usa esta azada para labrar un trozo de tierra, los frutos obtenidos de este trabajo también le pertenecerán.
Este es el origen primigenio de la propiedad privada que con el paso del tiempo se ha ido especializando y regulando. Y como el ser humano tiene propiedad privada, puede usarla conforme considere oportuno, es decir, el ser humano dispone de libertad para su uso. El trabajo es lo que da derecho al ser humano a tener una propiedad, y la libertad le permite utilizarla conforme a su voluntad respetando siempre los derechos de los demás. Pero no sólo eso. El trabajo es lo que da lugar a la disciplina, y la disciplina es lo que ayuda a ser más feliz porque facilitará la consecución de tus objetivos. El trabajo y la disciplina dan sentido a tu vida realizándote como persona, además de ofrecer un servicio a los demás.
En consecuencia, mi conclusión es que la máxima del Foro de Davos, No tendrás nada y serás feliz, esconde una clara intención de debilitar la propiedad privada de los ciudadanos y, como hemos visto, también su libertad.
Por cierto, respecto a las 8 predicciones del Foro de Davos, ¿sabes cuál es la mejor forma de predecir el futuro?
Espero tu contestación. Un saludo.