Si tuviésemos que definir la Agenda 2030 con dos palabras, podríamos utilizar el título de un cuento clásico muy famoso: “La casita de chocolate”. Una casita que estaba hecha de pan y cubierta de bizcocho, y las ventanas eran de puro azúcar. Así nos pintan esta Agenda. Una casita en la cual Hänsel y Gretel se creyeron en el cielo. La viejecita que la habitaba aparentaba ser muy buena y amable, pero, en realidad, era una bruja. El partido VOX propone que España se desvincule de la Agenda 2030 argumentando que es una destrucción planificada de nuestra soberanía. VOX lleva toda la razón.
La diputada del GP VOX, Magdalena Nevado, argumentó:
Vamos a ver si nos centramos y empezamos a pensar un poco en España, en nuestros intereses, y nos damos cuenta de una vez que esta Agenda no es más que una gran estafa perfectamente diseñada, un plan de ingeniería social, económica e institucional que no hemos decidido y que nos conduce a la ruina.
La Agenda 2030 tiene un carácter universal y es un compromiso que incorpora a los 193 países firmantes, miembros de Naciones Unidas. Bajo la apariencia de erradicar la pobreza, conservar la naturaleza y hacer del mundo un paraíso de justicia, paz y bienestar, lo que en realidad pretende es instaurar una dictadura global. De la misma manera que la “casita de chocolate”, por fuera idílica, pero que adentro contenía una bruja con muy malas intenciones, esta Agenda es igualmente un lobo depredador con piel de oveja.
Pretenden instaurar una serie de reformas estructurales que toda aquella nación que haya suscrito este pacto se compromete a llevar a cabo a través de 17 objetivos. Estos objetivos, para poder ser implementados, requieren que los países cedan parte de su soberanía, y aquí tenemos ya la primera trampa de este contubernio: hacer que los países cedan esta soberanía para que en un futuro desaparezcan los Estados Nación.
Este plan se viene implantando desde hace muchos años, pero podemos decir que se ha presentado de manera tangible a la sociedad en 2020. El cambio que pretenden llevar a cabo es tan profundo que necesitaban un golpe muy fuerte para que empezara a ser aceptado por la población. Este mazazo ha sido la Covid-19. Tengamos en cuenta que con esta “pandemia” tuvimos que someter nuestra soberanía sanitaria a los dictámenes de la OMS, y así, poco a poco, con todo.
El objetivo número uno de la Agenda es la erradicación de la pobreza. Parten de la base de que los Estados Nación no han sido capaces de erradicarla y por eso se hace imprescindible que cedan su soberanía a una entidad supranacional como Naciones Unidas. Esto se llevaría a cabo a través del objetivo 17, que son las “Alianzas”, alianzas con todo tipo de fundaciones privadas que son las que más promueven estos objetivos (Fundación Bill y Melinda Gates, Rockefeller, Soros, etc.). Paradójicamente, se quejan de que la riqueza no está bien repartida, cuando estas élites son poseedoras de más del 65% del PIB mundial. Y más curioso es que no son estos magnates los que sostienen económicamente la Agenda 2030, sino que son los propios países los que tienen que costearla. Resumiendo: esas élites han ideado dicha Agenda, es la ONU quien la propone y son los países quienes la pagan. Al final, estos fondos, de una manera o de otra, van a parar a los bolsillos de los que ya tienen la mayor parte del PIB mundial, a través de farmacéuticas, mediante la venta de vacunas (por ejemplo), con lo cual quedan como filántropos, no pagan nada y se enriquecen más aún con todo esto.
Tenemos también el punto 5, la “ideología de género”, que bajo expresiones bonitas como inclusión, igualdad, tolerancia, etc., pretende el hundimiento de la familia. Es una ideología anticientífica que pretende desvincular la sexualidad de su componente biológico, argumentado que el sexo no es una imposición natural, sino algo que se puede elegir a gusto del consumidor. Algo que ellos mismos saben que no es real, pero que utilizan para destruir la familia porque saben que sin familia el Gobierno supranacional se convierte en el padre de todos. No olvidemos tampoco las palabras: “NO TENDRÁS NADA Y SERÁS FELIZ”, predicciones que el FMI (Fondo Monetario Internacional) ya hacía en 2016 y que han vuelto a ser pronunciadas en el último Foro de Davos. Y así podríamos desvelar las intenciones profundas del resto de los postulados de esta Agenda.
Como decía San Pedro, y salvando las distancias: Señor, ¿a quién iremos? Sólo Tú tienes palabras de vida eterna.Ciertamente, y sin reparar en tendencias políticas, el único partido que declara las intenciones perversas de estos brujos de la “casita 2030”, es VOX.