En este artículo queremos poner de relieve un aspecto de la vida política que no se está teniendo en cuenta. Normalmente, se escuchan frases como: “los políticos son unos corruptos”, “los políticos son unos ineptos”, “los políticos no tienen idea”, etc. A nadie se le escapa que cualquier político, por muy inepto que sea, tan solo con rodearse de buenos asesores y teniendo buena voluntad puede hacer un buen papel. Pocos se paran a pensar que muchos países (como España) están siendo atacados por enemigos exteriores y que esos políticos que gobiernan no son jefes en sus países, sino meros quintacolumnistas al servicio del Nuevo Orden Mundial. No es la mala gestión inocente la que nos está llevando al caos, esto es intencionado y colaboran con ello la mayoría de nuestros representantes.
Salvador Borrego hablaba sobre este asunto, ya en el año 2000, en su libro “Adonde nos quieren llevar”. Decía lo siguiente:
El investigador estadounidense Alan B. Jones ha hurgado en cientos de fuentes informativas y ha ensamblado piezas sobre la historia no oficial de su país. De esa manera está planteando hipótesis audaces sobre el verdadero origen de los problemas que vive Estados Unidos, aunque todavía velados por el confort del llamado “sueño americano”.
Muchos de esos problemas han sido creados para debilitar a las clases medias y bajas. Por ejemplo, “la monstruosa deuda nacional por cuyo saldo deberán trabajar afanosamente los contribuyentes de hoy y de mañana”. Desde el asesinato de Kennedy y el ascenso de Lyndon B. Johnson a la presidencia, la deuda ha llegado a dos trillones de dólares. Es una bomba de tiempo que puede estallar el día menos pensado.
La proliferación de la droga en los jóvenes estadounidenses; el odio de clases difundido entre los trabajadores; el trato privilegiado a las grandes fundaciones y los gravosos impuestos a la clase media; el relajamiento de las costumbres y la criminalidad, figuran entre los problemas que —según Mr. Jones— son oficial y deliberadamente mal diagnosticados y mal combatidos, a fin de que no se resuelvan. En nuestras escuelas públicas —agrega— se fomenta la idiotez que facilita el consumo de drogas y la delincuencia”.
Por ese camino, señala otro investigador, el Dr. Gertz Manero, tenemos una deuda externa impagable, una economía agarrada de alambritos, dejándonos sin bancos, sin industria automotriz nacional, sin ingenieros, y vamos encaminados poco a poco a perder la electricidad, el comercio, la industria y la patria misma… Estamos a punto de quedarnos sin nación.
Terrible exposición, pareciese que habla de la misma España. En realidad, es un proceso que se está repitiendo en muchos países. Solo tendríamos que sumarle (a la lucha de clases anteriormente citada) la lucha de sexos y la sustitución de los nacionales por islámicos. En 1974, España se situaba como la décima potencia industrial a nivel mundial; sin embargo, al día de hoy la debilidad del sector industrial español y su fuerte dependencia de los mercados internacionales es una obviedad.
En los años 80 y primeros de los 90, de la mano del PSOE se llevó a cabo el desmantelamiento de buena parte del tejido productivo nacional, así como la venta de los sectores más rentables, una vez saneados con dinero público, al capital internacional. Fue bajo los gobiernos de Felipe González cuando SEAT, el gran emblema de la automoción española, se vendió a la multinacional alemana Volkswagen. Pegaso, la otra gran compañía pública de automóviles, pasó a manos de la firma italiana FIAT, o se preparó el terreno para que la gran industria siderúrgica ENSIDESA (Empresa Nacional Siderúrgica Sociedad Anónima) se privatizase, acabando, tras un largo proceso de fusiones y reventas, en los bolsillos del magnate anglo-hindú Lakshmi Narayan Mittal, uno de los más ricos del planeta.
Si a esto sumamos la despenalización del aborto por parte del mismo partido en el año 1985, las sucesivas reformas en educación, que cada una ha sido peor a la anterior, la introducción de las políticas de género, el apoyo al independentismo, la persecución del idioma castellano, la impagable deuda externa y el apoyo prestado a la inmigración masiva y descontrolada con fines de sustitución de la población… cumplimos perfectamente con el Masterplan que Salvador Borrego describe en su libro. Es claro y notorio que el PSOE está al servicio del Nuevo Orden Mundial, pero lo triste es que el PP le va a la zaga. Está totalmente comprobada la pertenencia masónica de Zapatero y Rajoy, y sabemos que este Nuevo Orden Mundial lo patrocina la masonería a través de los organismos internacionales, y no solo en España, obviamente. Pocos países tienen ya presidentes que no estén a las órdenes de estos capos internacionales. Tenemos los honorables ejemplos de Bolsonaro (Brasil) y Orvan (Hungría). En España queda la esperanza de que VOX no se contamine con este virus que hace que los políticos serviles se vendan a intereses espurios extranjeros.
Véase libro “A donde nos quieren llevar”, de Salvador Borrego
