LA MAYOR VERGÜENZA NACIONAL DE LOS ÚLTIMOS TIEMPOS (EXPEDIENTE ROYUELA)

Publicado en diciembre 12, 2021, 1:12 pm

El Caso Royuela no deja de sorprender a todo aquel que se zambulle en él. Jamás algo tan deleznable y patético se paseó por las redes con tal impunidad y denotando la cobardía política y la miseria de nuestras instituciones. Santiago Royuela lleva dos años tildando de asesino a sueldo, narcotraficante, extorsionador, y todo lo malo que se nos ocurra, al exfiscal general de Cataluña, José María Mena Álvarez, y al Sargento Ruiz. Es algo que supera todo lo imaginable y va más allá del surrealismo.

No se entiende cómo pueden acusar a Mena y a Ruiz de tantos crímenes y también a destacados miembros del Partido Socialista sin que por parte de ninguno exista alguna manifestación o denuncia hacia los Royuela. Pero más escandaloso es el silencio de la justicia tras la multitud de denuncias que han interpuesto los Royuela ante los tribunales y que ni tan siquiera se haya abierto una investigación. Aquí solo caben dos posibilidades: que los Royuela mientan o que lleven razón. No podemos obviar que tan graves acusaciones dejen indiferente a Mena, por lo que estamos obligados a pensar que todas las acusaciones son ciertas (el que calla otorga). Y siguiendo la línea de este razonamiento, tampoco se puede ignorar el vergonzoso papel de la justicia, ya que esta tampoco mueve ficha en este asunto.

En este artículo nos centraremos en exponer cómo esta red mafiosa (según Santiago Royuela) se financiaba con el narcotráfico a todas las escalas. Un tal Fermoselle les transfiere unas cantidades de dinero en pago por la droga suministrada por la banda del Fiscal. El documento que presenta Santiago hace referencia a operaciones realizadas entre los años 2004 y 2006. La nota interceptada, de Ruiz a Mena, dice lo siguiente:

Sr. Fiscal Jefe. Le comunico que ayer Fermoselle habló conmigo para decirme que tras transferir los primeros 500.000 euros, sus pagos se iban a formalizar, pues la distribución funciona a la perfección, haciéndonos una transferencia mensual a la cuenta Flopper según las condiciones acordadas.

Ruiz continúa de manera periódica —según las notas interceptadas— comunicando a Mena las trasferencias efectuadas por Fermoselle de manera continua:

Sr. Fiscal Jefe. Asunto Fermoselle, abril/2004. Fermoselle me notifica una transferencia de 260.000 euros a la cuenta Flopper para cubrir su compromiso correspondiente al mes de referencia.

Más tarde, Mena, en otra nota interceptada, le comunica a Ruiz que ingresa su parte en su cuenta particular:

Ruiz. Recibida la transferencia, procedo a abrir un depósito de 220.000 euros, transfiriendo los 40.000 restantes a tu cuenta.

Esta situación se prolonga mes tras mes a lo largo de tres años, y la dinámica es siempre la misma. Tras recibir el ingreso, Mena procede a ingresar una parte en la cuenta de Ruiz. Esta información está en la red a la vista de todos. Parece inaudito que, ante tamaño descaro, nadie mueva un dedo por desenmascarar a los Royuela, si estos mienten y acusan de manera tan grave a tales individuos (cosa que creemos poco probable), o que si lo que dicen es cierto (que es lo más posible, ya que pierden mucho con estas acciones y no ganan nada), no se arremeta judicialmente contra esta mafia instalada en las más altas instancias.

Por otro lado, para que nos hagamos una idea de las dimensiones de esta red, transcribimos otra nota en la cual Mena insta a Ruiz a cobrar a los distribuidores de la “zona Norte”:

Ruiz. Lista de distribuidores que nos deben dinero a día de hoy de la zona Norte, desplaza un equipo de dos o tres hombres a la zona y que se encarguen del cobro:

Saturio González, Marcos Tejada, Rachid Lemoine, Raúl Morales, Sergio Miralles, Alberto Casanova, Luis Catellvi, Mohamed Akim, Jesús Fábrega, Conrado Mestres, Francisco Gómez, Manuel Morán y Julián Grau. La sensación que tiene el que escribe este artículo, cada vez que conoce un nuevo episodio de este expediente, es de impotencia y de vergüenza. Vergüenza de que en nuestro país se haya llegado a este nivel de corrupción rampante y que no se haga eco de ello ni la política, ni la justicia, ni la prensa, con muy pocas excepciones. No poner freno a esta ignominia nos hará pagar un alto precio en el futuro inmediato.

Corresponsal de España

Corresponsal de España

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