LA CALIDAD DE LA VACUNA COVID

Recientemente, el doctor Craig Paardekooper comenzó a investigar en profundidad los lotes de las distintas marcas de vacunas después de sorprenderse de los efectos negativos de unas y otras. A continuación, transcribiré sus conclusiones. Basa su estudio en la organización americana VAERS, ente que recibe por parte del público y archiva todo lo relacionado con las vacunas, incluidos los efectos adversos de las mismas. Después de tantos jóvenes deportistas que han muerto o tenido episodios cardiacos durante entrenamientos después de haber sido vacunados, esta información es más relevante que nunca.

   ¿Todos los lotes, identificados por un número único, tienen los mismos componentes? Aunque la respuesta debería ser afirmativa, la investigación demuestra que no es así. El doctor Graig forma parte de un grupo llamado “equipo enigma” (team enigma), que se dedica a la investigación independiente de todo lo relacionado con nuevas drogas en el mercado. Sus experiencias en el campo de la farmacéutica, la elaboración, los testeos clínicos, la regulaciones, los análisis de datos y estadísticas están en todo el mundo y son financiera y políticamente independientes.

   Una de las cosas que se aclaran antes de empezar a explicar una droga es que “todas las drogas son venenosas”, y lo que las hace tolerables al cuerpo humano es la dosis. Por ejemplo, Warfarina, que es una droga anticoagulante como las aspirinas, también se usa para matar ratas en porciones mayores. Otro ejemplo son las drogas para quimioterapia en la cura del cáncer, que son altamente tóxicas. Tenemos que saber qué nos metemos en el cuerpo y para eso necesitamos entender todo esto.

   La consistencia de los componentes de una droga o vacuna es importante, y que las prescripciones de la vacuna se cumplan, en pocas palabras, que hagan lo que dicen que hacen. La expectativa deberá ser que cada lote de una vacuna, en este caso, tenga la misma fórmula, y si no es así la droga se considera “adulterada” y debe ser sujeta a una acción regulatoria que generalmente significa discontinuarla de la venta. Otro punto para considerar es que las vacunas deben tener los mismos componentes si son para una sola enfermedad, aunque pertenezcan a distintas marcas y estas deben ser intercambiables sin problema. Ha ocurrido desde el siglo pasado que vacunas que no estaban testeadas ni fabricadas bajo estándares han matado cientos de personas.

  Uno de los criterios que este grupo ha usado es la comparación de las vacunas de gripe o flu (influenza), con más de 10 años en el mercado y 9 fabricantes en los EE.UU., y los 3 laboratorios americanos que fabrican las vacunas COVID-19 (Moderna, Pfizer y Janssen), todas en la versión inyectable no nasal. La estadística que primero se resalta es la cantidad de afectaciones y muertes. En las vacunas para la gripe, en un periodo de 10 años, hay 9429 afectaciones por la vacuna y 906 muertes, en relación con las vacunas COVID que, en un periodo de 12 meses, ya presentan 47 239 personas con afectaciones y 7335 muertes, ambas cifras sobre una muestra de 23 000 lotes, según la data obtenida de VAERS.

   La conclusión es que las vacunas para la gripe son consistentes en todas las 9 marcas en un periodo largo. En el caso de la vacuna COVID, en el estudio comparativo surge que las tres marcas tienen muy diferente patrón, de acuerdo con el lote al que pertenece. Otra estadística que aparece es que las que traen más efectos negativos están concentradas en el 5 % de los lotes, los cuales se identifican como EWO151 a EWO196. Estas reacciones están a lo largo de todo el país, así que todo error humano de manipulación, como la temperatura en que la vacuna debe estar preservada, está descartado, ya que sería casi imposible que se haya adulterado la refrigeración en diferentes lugares y establecimientos.

Esta falta de predictibilidad es un problema muy grande, y estas estadísticas explican por qué muchas personas de una misma familia que se han vacunado juntas, presumiblemente de un mismo lote, no tienen ningún efecto negativo, y otras personas que se vacunaron en diferentes lugares o tiempos, con otros lotes, pueden enfermarse gravemente y hasta morir. Esto bastaría, en otros tiempos, para que la vacuna COVID fuera sacada del mercado por su gran inconsistencia. La variabilidad de los eventos adversos de la vacuna de un lote a otro es excesiva e inusual y necesita ser investigada a fondo por las autoridades si es que realmente su propósito es mantener a la población sana, pero, lejos de eso, quieren imponer esta vacunación a toda costa.

  Aunque los laboratorios no sean imputados por muertes o afectaciones, la gente que está en el sector médico y los trabajadores de la salud sí pueden sufrir acciones legales si un paciente se les muere o daña, porque estas acciones son criminales y las personas tendrían que estar bien informadas antes de ponerse cualquier droga o vacuna nueva, ya que sus vidas dependen de ello, y la gente debería exigir prescripción para esta vacuna firmada por un médico que se haga responsable si algo pasa.

Ya, a casi dos años de la pandemia, tenemos tratamientos eficaces contra el COVID, enfermedad que no es mortal, y también tratamientos de prevención como de desintoxicación para los vacunados con reacciones adversas. Esta vacuna todavía es una incógnita, pero cada información nueva llena la columna de los NO más que de los SÍ.  Con la mayoría de la población ya vacunada no tendría que haber más COVID-19 o haber sido controlado en su mayor parte. ¿Por qué todavía estamos hablando y sufriendo este virus? Preguntémonos: SEÑORES, ¿QUÉ ESTÁ PASANDO, QUE TODAVÍA NO SE HA RESUELTO ESTO?