Un abogado famoso en Estados Unidos defendió a un cliente muy impopular: un hombre que fue condenado por haber matado a su esposa rica. Cuando se enfrentó a la opinión pública, el abogado respondió que no estaba defendiendo a un asesino, sino llevando un proceso legal que existe para ayudar a las personas sin recursos que no pueden permitirse un abogado. Aunque el abogado sospechaba que el marido era culpable, creía firmemente que este había sido juzgado de una forma que no fue respetuosa en términos legales, y su deber era garantizar que el proceso legal fuera estrictamente respetado.
Hartos ya de que se esté obrando de manera parecida con la invasión de Rusia a Ucrania, nos hemos decidido a hacer de abogados de Putin, simplemente para compensar los excesos que se están cometiendo por parte de aquellos que cargan sus tintas contra Rusia. Sin pretender exonerarlo de sus responsabilidades frente este asunto, es justo ver las posibles razones de esta invasión sin intención de blanquear su actitud. Partiendo de la base de que toda la información “publicada” en Occidente no está siendo objetiva y no da lugar a formarse una opinión clara de este asunto, es válido preguntarse: ¿es Putin peor que sus enemigos?
Un soldado ucraniano comentaba días atrás que la Federación Rusa estaba asesinando civiles. Putin, en una aparición posterior, declaraba que ellos solo estaban destruyendo los arsenales de bombas, y que los militares ucranianos los han colocado dentro de las ciudades para causar víctimas. Por lo tanto, en el bloque OTAN se piensa que Putin es un bárbaro que mata civiles, y en el bloque ruso piensan que el malo es Zelensky que hace morir a civiles. Por otro lado, se muestran unas imágenes que dicen ser de un colegio destruido. Y Rusia dice que era una fábrica de tanques. La propaganda es total por ambas partes.
Hemos visto en televisión edificios bombardeados, pero al entrevistar a refugiados ucranianos algunos han dicho que ha sido el propio ejército de Zelensky quien ha volado esos edificios para quedar como víctimas y pedir ayudas al bloque de la OTAN. En esta guerra la primera víctima que ha muerto es la verdad.
Rusia ofreció un plan de corredores humanitarios por donde los refugiados pueden huir de la guerra de forma segura, pero Zelensky los rechazó porque dice que muchos de esos corredores terminan en Rusia. Putin dice que Rusia es el país vecino y que como tal acogerá con los brazos abiertos a los refugiados. Zelensky quiere evitar a toda costa esa imagen de Rusia acogiendo a los ucranianos. La consigna es que Rusia encarna la maldad, es el enemigo maligno. Los que “pagan el pato” de unos y otros son los civiles. Todo esto es propaganda de guerra de unos y de otros. Pero pasemos a cuestiones más analíticas de este conflicto.
En primer lugar, las regiones de Luhansk y Donetsk son prorrusas, sus habitantes son rusoparlantes, asunto que no gusta al gobierno de Kiev, y, por eso, miembros del batallón Azov cometían muchos abusos contra esas poblaciones con el apoyo del Gobierno, ya que para ellos Putin es un libertador. En esas zonas hay guerra ininterrumpida desde el año 2014. Para solucionarlo, Rusia y Ucrania firmaron un pacto de paz. Fueron los acuerdos de Minsk, en 2014, pero el Gobierno de Kiev no los ha respetado, y la violencia contra estas dos regiones continuó a pesar del pacto y con el apoyo de los Estados Unidos. Rusia protestó una y otra vez sin respuesta, fue totalmente ignorada. Avisó que si no era escuchada actuaría con las armas, y eso durante ocho años.
En segundo lugar, los políticos que actualmente gobiernan Ucrania han pedido ser aceptados por la OTAN, Organización que, como todos sabemos, está liderada por Estados Unidos. Esto viene a suponer que en Ucrania se instalarían misiles en la frontera con Rusia. Cuando Rusia quiso instalar misiles nucleares en Cuba, Estados Unidos no lo permitió, y la guerra no estalló porque Rusia se retractó. Cosa que ahora los Estados Unidos no estaban dispuestos a hacer. Cuba dista por lo menos 218 kilómetros de Estados Unidos, pero en este caso los misiles estarían en la misma frontera rusa. Si se diera un ataque nuclear, Rusia no tendría tiempo a reaccionar. Unos días antes del ataque a Ucrania, Zelensky lanzó un desafío a Putin diciendo que, una de dos: Ucrania instalaría los misiles nucleares de la OTAN en la frontera con Rusia, o bien, desarrollaría sus propias armas nucleares. Periodistas de ambos bloques lo consideraron una provocación.
Estados Unidos no es inocente en esta guerra. Todos sabemos, o deberíamos saber, que Estados Unidos lleva tiempo invadiendo países a su antojo para beneficio de sus gobernantes, sobre todo del Partido Demócrata y de las elites masónicas que lo controlan (no imputamos el delito a la población), y que lo que había detrás de la invasión de Irak y de Libia fue que ambos países se negaron a seguir vendiendo el petróleo en dólares, ya que esta moneda hace tiempo que no tiene ningún respaldo, es simple papel.
En el año 1987 se firma un acuerdo de seguridad entre la OTAN y Rusia para garantizar las buenas relaciones entre los dos bloques. Este acuerdo quedó roto muy pronto por el bloque OTAN porque muy poco después empezaron a integrar a las antiguas repúblicas socialistas soviéticas acorralando a Rusia.
Europa se ha convertido en el ejército particular de Estados Unidos, que utiliza al antojo de sus intereses (intereses de esas elites masónicas que están en la médula del Partido Demócrata). La OTAN nació en 1949 con la intención de frenar el avance soviético. Una vez que cayó la Unión Soviética en 1989, este Organismo perdió todo sentido. La misma Rusia pidió entrar en la OTAN tras la caída, pero no se le permitió, con lo cual se perdió una oportunidad maravillosa de volver a unir a Europa y de integrar a Rusia. ¿Por qué? Desde entonces y sin ningún motivo Rusia ha sido acorralada poco a poco.
Gorbachov apoyó la reunificación de Alemania con la condición de que la OTAN no se expandiera a las antiguas repúblicas soviéticas. Desde hace más de treinta años esa promesa se está incumpliendo hasta el punto de que Putin se ha visto acorralado por completo, exceptuando a Ucrania, y encima querían poner bases con misiles dentro de este país y así dejar a Putin sin capacidad de reacción en caso de ataque, y esto ya no podía permitirlo. Putin dejó claro este particular en una entrevista:
“¿Estamos poniendo nosotros misiles frente a Estados Unidos? Es EE.UU. con sus misiles quien ha venido a nuestra casa”.
Estados Unidos ha propiciado esta guerra para romper los vínculos comerciales de Rusia con Europa, y un ejemplo lo tenemos con el gas. Es muy llamativo que con la excusa de la guerra ya no se compre el gas ruso y ahora puedan los Estados Unidos ocupar ese mercado vendiéndolo mucho más caro.
Véase vídeo Guerra Ucrania Rusia.
Si, encima, tomamos en cuenta lo que se comenta en el expediente Royuela sobre este tema, esta crisis adquiere unas dimensiones de puro terrorismo de Estado en el caso español. En el expediente se muestra como Zapatero, que trabaja para una logia masónica de Miami, comenta a Margarita Robles lo siguiente:
“Aprovecho la ocasión para manifestarte mi desacuerdo con las negociaciones que va a iniciarse entre Pedro Sánchez y la administración Biden sobre la anexión del Sahara a Marruecos porque, cuando salgan a la luz, tensarán nuestras relaciones con Argelia”.
Se ve claramente que Zapatero es consciente de todo este asunto del gas con Argelia. En otra carta, Zapatero, por orden de un tal Patrick Mac Dowell (contacto de Zapatero con la logia de Miami), y a instancias de este, le pide a Margarita Robles la factura del año 2021 del gas que España compró a Argelia. En carta de Zapatero a Patrick, dice lo siguiente:
“Querido amigo Patrick: siguiendo tus instrucciones te comunico que la cifra que se pagó a Argelia por el suministro de gas durante 2021 fue de 2.593.000.000 euros. Comprendo, pues, vuestro interés en ir haciéndoos con su mercado”.
Es decir, la jugada de los americanos, en principio, es indisponer a Europa contra Rusia para hacerse con el mercado de gas ruso. Y, en segunda instancia, enemistar a España contra Argelia para hacerse también con ese mercado y así quedar los EE. UU. como único exportador de gas.
No podemos confiar más en los medios de comunicación oficialistas. Están al servicio de las elites y nunca nos dicen la verdad. Rusia puede no ser santa, pero tampoco es peor que los EE.UU. Pensamos incluso que, en este conflicto que nos ocupa, Rusia ha caído en la trampa de los Estados Unidos. Aunque tampoco le quedaban muchas opciones.
