Por muy increíble que parezca, una gran parte de nuestros políticos están trabajando para el Nuevo Orden Mundial. No trabajan ya para los ciudadanos, sino que están esclavizados a los préstamos que ya no pueden devolver y que han derrochado con impunidad total. Y, por muy distópico que pueda parecer, los que comandan ese nuevo Orden lo único que pretenden es deshacerse de las tres cuartas partes de la humanidad.
Empezaron con el aborto, han continuado con la eutanasia y no les quepa duda de que la “plandemia” ha sido otro nuevo experimento. Nos consideran ganado, y ellos se sienten como los dueños de la granja. En este artículo vamos a demostrar la veracidad de dichas afirmaciones. Empezaremos por analizar una entrevista en la cual Dennis Meadows, exdirector del Club de Roma, lo deja meridianamente claro. Pero veamos antes qué es dicho Club.
El Club de Roma es un laboratorio de ideas (de muy malas ideas) fundado en Roma en el año 1968. Reúne a un centenar de científicos, economistas, expolíticos e industriales de 52 países y, en pocas palabras, es la Organización de la elite encargada de la despoblación. Fundada con fondos de la Rockefeller Foundation (como no podía ser de otra manera), esta Organización tiene como objetivo ser el eje motor de la maquinaria de control del miedo en lo referido a sobrepoblación y cambio climático, como así también designar los planes futuros acerca de la agenda ecológica del planeta. Resumiendo: es una de las asociaciones pantalla de la masonería, con la finalidad de convencer a la gente de que el mundo está superpoblado y establecer las reglas para llevar a cabo dicha despoblación.
En los años setenta un grupo de científicos chinos asistieron a varias conferencias científicas en Europa, y rápidamente acogieron las ideas distribuidas por el Club de Roma. A la cabeza de esta delegación china estaba un hombre conocido por introducir la política de un solo hijo en China, fuente de muchos de los infortunios sufridos por el pueblo chino en las últimas décadas, el Dr. Song Jian.
Por otro lado, Mihajlo Mesarovic (Club de Roma) dejó reflejada la siguiente cita en su libro La humanidad en la encrucijada: “Segundo informe al Club de Roma (1974): El mundo tiene un cáncer y ese cáncer es el hombre”, lo que ya nos da una idea de cuál es el problema para este club elitista.
Dennis Meadows, que fue coautor con Mesarovic de dicho informe que acabó en libro, en una entrevista soltó las siguientes perlas:
Hasta ahora, globalmente, estáis tan por encima de la población y de los niveles de consumo que puede soportar este planeta, que sé, que de una forma u otra va a bajar. Así que no espero evitarlo, espero que pueda ocurrir de una forma civilizada. Y quiero decir de manera pacífica. Pacíficamente, quiere decir, que no es que todo el mundo esté contento, sino que los conflictos no se resuelven mediante la violencia, a través de la fuerza, sino de otras maneras. El planeta puede soportar algo así como mil millones de personas. Tal vez dos mil millones, DEPENDIENDO DE CUÁNTA LIBERTAD Y CUÁNTO CONSUMO MATERIAL QUIERAS TENER.
A muchos se les puede escapar la terrible realidad que se esconde tras estas palabras. En primer lugar, dice: “estamos tan por encima”. Eso lo determina (ese grupo pequeño de dioses del Olimpo que conforman las elites). También tiene claro que ese número va a bajar, pero espera que sea de forma civilizada. Esto lo dice porque seguramente cree que ocurrirá de manera más aséptica y no como en ocasiones anteriores (Revolución Francesa, Primera Guerra Mundial, Segunda y otros tantos conflictos acaecidos en el mundo anteriormente), donde sus jefes, Rothschild y más tarde Rockefeller, etcétera, se “vieron obligados” a fomentar una serie de desgracias en todo el mundo para enriquecerse y diezmar la población..
Véase la influencia de la masonería en todos esos acontecimientos.
En tercer lugar, tiene claro el número de personas que puede albergar el mundo como buen seguidor de Maltus y de sus estúpidas, egoístas, vergonzosas y criminales teorías. Pero el descaro más grande lo demuestra al decir “cuánta libertad quieras tener”, es decir, que dependerá de cuánto nivel de dictadura estamos dispuestos a soportar. Pero sigue comentando:
“Si quieres más libertad y más consumo, tienes que tener menos gente.”
Increíble. Aquí nos ofrece dos opciones. La primera, que la libertad tiene que estar sometida a deshacernos de la población y por ende podremos consumir lo que estaba destinado a esas personas de las que nos tenemos que deshacer. Y la segunda: que si no nos convertimos en cómplices de estos “filántropos” perderemos libertades.
Lo curioso es que esto lo dice un esbirro de esas elites que llevan mucho tiempo haciéndose con el control del mundo a través de organizaciones de todo tipo como es El Club de Roma. Elites que se esconden tras BlackRock, Vanguard, State Street, Fidelity, Blackstone, Capital Group o Cerberus. Son algunos de los nombres de estos fondos de inversión. Captan capitales de las pensiones privadas, de inversores particulares, de otros fondos o bancos de inversión, de fondos dependientes de los estados, incluso de dinero negro, del narcotráfico, el comercio de armas y otras actividades ilegales, e invierten en todo el mundo sin apenas límites ni controles. Y, además, dueñas de la Reserva Federal que emite dinero sin ningún tipo de respaldo, y que prestan dinero a los estados para después controlarlos.
Ese control consiste en implementar leyes como el aborto, la eutanasia, la ideología de género y que también han obligado a todos los gobiernos a vacunar a la población con un mejunje que solo ellos saben lo que contiene, ya que son dueños también de las grandes farmacéuticas.
Al Club de Roma perteneció Mijail Gorbachov, que en una entrevista llevada a cabo en Los Ángeles Times, el 8 de mayo 1997, dijo: Se necesita hacer la transición de la idea del hombre como rey de la naturaleza a la convicción de que el hombre forma parte de ella. Estas palabras, bien entendidas, reducen al hombre a un ser vivo más de la Creación. Esto es, que le despoja de toda dignidad al incidir en el cuidado de la Tierra como ente dotado de vida. Y unidas a las anteriormente citadas por Meadows y Mesarovic (El mundo tiene un cáncer y ese cáncer es el hombre) de que todos los males y desastres que sufre son producidos por el hombre… nos dan una idea del vacío sanitario que quieren hacer con nosotros (eliminación de los animales de una explotación por motivos de salud).
Gorbachov llegó a decir que la Carta de la Tierra (promovida en el entorno de las Naciones Unidas, que contiene un planteamiento global de los retos del planeta, así como propuestas de cambios y de objetivos compartidos que pueden ayudar a resolverlos), venía a sustituir a los Diez Mandamientos. En dicha carta se sustentan los principios básicos de la Agenda 2030.
