Se imaginan ustedes que, en honor a los mancos y para que estos no se sintieran menospreciados o acomplejados, solo se fabricasen guantes para una sola mano. Se imaginan ustedes que, en honor a los que les han amputado una pierna y para que no se sientan acomplejados, solo se fabricaran pantalones con una sola pernera. No estaría mal, en honor a los mancos, que se vendan guantes para una sola mano, y en honor a los que tienen una sola pierna, que se fabriquen pantalones especiales para ellos. De todas maneras, el manco puede comprar los guantes y usar solo uno, y el que tiene una sola pierna puede cortar la pernera sobrante. Eso tiene más sentido a que se tenga que perjudicar al 95% de la población, cuando tiene tan fácil arreglo atender a las personas con esas discapacidades.
De cara a la festividad de San José, en los colegios se está introduciendo un cambio que da vergüenza ajena solo con que lo planteen, y cuánta más que lo lleven a cabo, como nos tememos que acabará ocurriendo. A los ideólogos de género que nos gobiernan se les ha ocurrido amputar el Día del Padre y cambiarlo por el día de la “persona especial” (eso sería como cortarse una pierna sana para cambiarla por una de palo). Y el fundamento para justificar esta anomalía es que son muchos tipos de familia los que existen, y al celebrar el Día del Padre muchos niños se puedan sentir acomplejados. Con lo fácil que sería asignar un día a la “Persona Especial” sin tener que aniquilar el Día del Padre.
¿Solo se va a hacer con el Día del Padre, o también con el de la Madre? Tan mal hecho estaría hacerlo con el Día del Padre como con el de la Madre. Pero en el caso de que solo sea con el Día del Padre, ¿qué sentido tiene?, ¿cuál es la verdadera intención de todo esto? El Día del Padre es uno de los días más celebrados en todo el mundo, independientemente de países y culturas. Es un día muy especial para homenajear a nuestros padres, decirles cuánto los queremos y lo importantes que son para la crianza de los hijos. Con esta fecha se pretende resaltar la importancia de la figura paterna en la vida de las personas, destacando su rol en la integración y el mantenimiento del núcleo familiar.
En marzo de 2017, el Observatorio contra la LGBTfobia emitió un comunicado recomendando a los centros educativos cambiar la celebración del Día del Padre (19 de marzo) y del Día de la Madre (primer domingo de mayo) por el Día Internacional de las Familias (15 de mayo). Según indican en el comunicado, el motivo sería evitar las “situaciones involuntarias de discriminación” al no incluir las “familias diversas”. Viendo este comunicado, mucho nos tememos que no solo van por el Día del Padre, también van por la madre. Y de cómo les salga este experimento paterno, así lo harán con el Día de la Madre.
Dos fiestas que reconocen la realidad de la familia y que también representan a la inmensa mayoría de ellas en todo el mundo. Sin embargo, podrían desaparecer ante la ofensiva feminista, homosexualista y de género. Representantes nacionales de AMPAS también se han unido a la ofensiva, como es el caso de la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres del Alumnado (CEAPA). Su presidenta, María Capellán, detalló al diario El Periódico, de España, el argumento central que comparten estas organizaciones para eliminar una celebración natural y mayoritaria por otra accidental y minoritaria entre los niños.
Pedro Fuentes, secretario de la Asociación Estatal de Familias Homoparentales Galehi comparte el mismo argumento contra la familia. Para él, celebrar el Día del Padre o de la Madre significaría «transmitir a un niño la idea de que su familia es rara porque tiene dos padres o dos madres». Ciertamente, lleva toda la razón. Son familias raras, y son raras porque no se ajustan a la ley natural. La familia no es un constructo de ningún Estado ni es un invento de la Iglesia, esta última solo elevó el matrimonio a sacramento. El origen de la familia es natural y se remonta al principio de los tiempos.
Las evidencias más tempranas sobre la existencia de una familia del tipo que hoy consideramos típica, la integrada por el padre, la madre y sus retoños, han sido obtenidas por un equipo internacional de investigadores que incluye expertos de la Universidad de Bristol. Los investigadores realizaron la datación de restos humanos de cuatro sepulturas múltiples descubiertas en Alemania en el año 2005. Las tumbas, de 4.600 años de antigüedad, contenían grupos de adultos y niños. Se descubrió que una de las tumbas contenía una mujer, un hombre y dos niños. Utilizando análisis de ADN, los investigadores ratificaron que el grupo estaba formado por una madre, un padre y sus dos hijos. Hasta el momento, esta es la evidencia más antigua obtenida por la genética molecular sobre un núcleo familiar básico completo en el mundo.
La familia como agrupación natural es un organismo con profundo arraigo biológico, pues de la unión sexual surge la procreación de los hijos; por ello, los factores biológicos que intervienen en la creación de la familia son la unión sexual reproductiva y la procreación natural instintiva propia del ser humano. Por eso, todo el mundo es fruto de un padre y una madre. Padre y madre son los elementos generadores de todos los seres humanos. Y al margen de que un niño viva con dos mujeres, o con dos hombres, o sea huérfano… es incuestionable que se generó a partir de un óvulo y un espermatozoide. Querer ocultarle esta realidad a un niño es simplemente engañarlo e ideologizarlo.
No debemos engañarnos. La finalidad de todo esto es acabar con la familia. Y no es nada nuevo, pues ya en 1920 se llevó a cabo este experimento en la Unión Soviética. La única diferencia entre aquello y esto es la manera de implementarlo. Allí se hizo por la fuerza de las armas, y aquí se está haciendo por la fuerza de la mentira. El comunismo se distingue por su continua mutación y engaño, lo que ha llevado a una constante confusión acerca de qué está apoyando exactamente la gente cuando respalda sus políticas e ideologías. Con el tiempo llegan a aceptar las ideas subyacentes del comunismo.
Hoy en día, la familia tradicional está siendo destruida lentamente. Los escritos de Karl Marx y otros comunistas describen a la familia como una forma de propiedad privada que debe ser abolida. Además de perseguir a la religión y la fe espiritual, los regímenes comunistas ponen el amor al Partido Comunista por encima del amor a los padres, cónyuge o hijos, e insta a la gente a luchar contra su propia familia. Alejandra Kollontai (destacada política revolucionaria comunista rusa) alegaba que, bajo el régimen socialista, la familia no debía existir, pues es el Estado el que debería tomar bajo su control total a la niñez. No se nos olvide lo que llegó a decir la ministra Isabel Celaá: “No podemos pensar de ninguna de las maneras que los hijos pertenecen a los padres».
No se engañen, a este gobierno le importan muy poco las parejas homosexuales, las están utilizando para llevar a cabo la demolición de la familia.