Recientemente algunos bancos importantes de los EE.UU. colapsaron, entre ellos, el Silicon Valley Bank, banco que, entre otras cosas, paga los sueldos de todas las AI, compañías del área de la Bahía, como se la llama a la zona de San Francisco en el norte de California, y donde Facebook, Google y otras megacompañías operan.
Varias especulaciones surgieron, como en el diario Times of Israel, donde salió publicado un reporte que afirma que dos bancos grandes en Israel transfirieron un billón de dólares del SVB un día antes de que los federales intervinieran el mencionado banco. El Silicon Valley Bank está en la posición número 16 en importancia en los EE.UU., pero aun así se metió en problemas cuando no pudo devolver depósitos por “falta de fondos” y fue puesto bajo la supervisión del FDIC, que es el organismo que asegura la disposición del dinero de los depósitos de los clientes.
Lo curioso es que los bancos Leumi y Hapoalim de Israel trabajaron 24/7 para ayudar a algunas firmas a recuperar su dinero antes de que fuera retenido por la intervención del FDIC. Claro que muchos de los damnificados en el territorio nacional no han visto su dinero hasta el día de hoy. Israel recibe 10 millones de dólares por día de nosotros los que pagamos los impuestos, y no es claro si los EE.UU. continuará devolviendo dinero a bancos extranjeros en este país.
Otro de los bancos afectados fue Signatura Bank, de New York, cerrado por los reguladores el domingo posterior a la intervención del SVB. El Washington Post afligió a los ciudadanos que poco entienden de finanzas aclarando que “…aunque los seguros son sostenidos por los bancos americanos, estos fondos son garantizados por dinero del Treasury Department, o Departamento del Tesoro, y por ende ese dinero sale de los intereses que pagan los contribuyentes anualmente.”
Otra de las especulaciones dando vueltas, y muchas más que vendrán para enturbiar las aguas y para que cada vez más estemos lejos de la verdad, es la de un interino del Foro Económico Mundial que se jactaba de que la caída del SVB fue una movida que tendrá un efecto domino en las finanzas mundiales y provocará incertidumbre y falta de confianza en la población provocando un desastre financiero global, y agrega: ”Queremos la crypto moneda o dinero digital, qué mejor oportunidad.” Tenemos que acordarnos de que la digitalización de la moneda significa que el efectivo va a desaparecer y todas las transacciones van a ser controladas.
Un personaje que sobresalió en estos acontecimientos fue Joseph Gentile, un alto ejecutivo del SVB y que trabajó antes como jefe financiero del banco de Lehmann Brothers Global Investment Bank, que fue el banco más grande que cayó en la historia de EE.UU. Gentile es conocido por la frase: “Los bancos siempre caen primero y justo antes de una recesión.” Un hombre de bastante experiencia, quizá nefasta podríamos decir. Otro sistema bancario financiero para el cual trabajó fue Enron, una compañía de energía de Houston, en el estado de Texas, y una preferida de Wall Street en los años 90. En el año 2001 Enron terminó en bancarrota y también obtuvo el fracaso más grande en ser auditada. Su fundador fue condenado a 24 años de prisión, Joseph Gentile, el mismo que estuvo en los tres lugares, casualmente, pero nunca fue investigado, para los que creen en las casualidades.
El ciudadano común termina siendo robado, pero las altas finanzas, que siempre se ayudan entre ellas (entre bueyes no hay cornadas), como en la caída del 2008 cuando los bancos se declararon en bancarrota y el Gobierno los rescató con el dinero de nuestros impuestos, pero claro que a nosotros nunca nadie nos rescata. Ellos nunca usan su dinero, siempre el de los demás, ¿no suena conocido?
Es una constante en el sistema financiero la manipulación de los dividendos y demás yerbas; eso para los libertarios que creen que el mercado es libre y que se autorregula si lo dejan en paz con tantas regulaciones. El mercado no es libre en esta época de nuestra historia, ya que el mercado financiero está manipulado de la A hasta la Z por los grandes capitales, como por ejemplo Soros, que logró hacer caer la banca en Inglaterra apostando en contra de la libra, como también poniendo grandes cantidades de dinero en las compañías que dan crédito y mantienen los intereses bajos hasta que les conviene a ellos y a sus amigos (sí, los ricos también se financian y piden dinero con bancos que se dedican solo a ese mercado, bancos que no son para el común de la gente y ni siquiera tienen oficinas al público).
De las cenizas de una “crisis financiera internacional” va a surgir, como el Ave Fénix, el Nuevo Orden Económico Internacional, y nos asegurarán que esta es la única forma de estabilizar la economía mundial y la salvación de lo poco que nos queda.
Las elites no van a sufrir las consecuencias de sus actos, ya que han venido consolidando sus fortunas desde hace mucho tiempo y tienen para vivir por innumerables generaciones, proceso de consolidación que se apresuró con la crisis del 2008 y la pandemia reciente en la cual los hombres más ricos se convirtieron en más ricos aún, como Bezos, de Amazon, o Bill Gates, entre miles más que quizá no sean tan conocidos.
Una crisis a la vez hasta que los países estén tan endeudados que no puedan decir NO a ninguna exigencia de sus dueños, las elites globalistas, que ven el mundo como su patio trasero de juegos.
